Los despachos inician la conquista de Latinoamérica

Tras el reciente anuncio de Garrigues, las firmas españolas y anglosajonas reafirman su interés estratégico en la región.

“El movimiento de Garrigues hacia Latinoamérica es una de las noticias más importantes del sector legal en España desde hace tiempo”, comentaba hace días el socio director de una importante firma.

La decisión del mayor bufete de Europa continental de abrir oficinas en América Latina para ejercer derecho local ha hecho que las demás firmas se pongan en guardia y revisen sus estrategias. Incluso algunos bufetes se han interesado por el hueco que ha dejado Garrigues en la alianza Affinitas. La larga duración de la crisis en España está provocando que muchos despachos estén fijando la vista más allá del Atlántico.

Compañías españolas

Para Julio Veloso, socio de Broseta Abogados, firma que trabaja en un plan de expansión hacia Latinoamérica, “está claro que esta región es el nuevo foco de los despachos españoles, por la salida masiva de empresas de nuestro país, tanto grandes como pymes, en muchos sectores”. El socio de Garrigues, Javier Ybáñez, que ya está pilotando el desembarco de la firma en América Latina, también asegura que “la región está experimentando unos crecimientos muy grandes porque están yendo muchas empresas de tamaño medio”.

Varios bufetes españoles llevan tiempo trabajando en varios países de Latinoamérica, como Uría Menéndez, que tiene oficinas asociadas con bufetes locales. RHGR tiene con su marca Ontier presencia en varios países de la región mediante acuerdos locales. Otros, como Cuatrecasas, Gonçalves Pereira se han centrado hasta ahora en Brasil. Fuentes del sector legal aseguran a este diario que esta última firma “estuvo barajando el año pasado abrir oficinas en algunos países como Colombia, pero el proyecto quedó aparcado”. Su consejero delegado, Rafael Fontana, explica que la expansión a regiones clave como Latinoamérica “no se realizará a través de la apertura de oficinas, sino con alianzas y socios locales”.

Sin embargo, varias fuentes creen que los demás bufetes españoles “moverán ficha tarde o temprano y abrirán oficinas propias en la región, y uno de los que más posibilidades tiene es Cuatrecasas. Por contra, parece menos probable que Uría se aventure a dar ese paso”. Desde la firma fundada por Rodrigo Uría confirman que “se mantiene inalterada la estrategia en América Latina, donde se posee una red de relaciones estrechas con importantes despachos”.

Más movimientos

Hace unos días en una mesa redonda en Fide, Ybáñez, de Garrigues, afirmaba que “está personalmente convencido de que las firmas españoles grandes acabarán yendo a Latinoamérica. A los internacionales les puede costar algo más, según en qué países”.

Pero, ¿tienen los despachos españoles una ventaja frente a los angloamericanos para entrar en la región? José Luis Pérez, socio de la consultora Pérez+Partners, cree que “Latinoamérica es el mercado natural para la globalización de las firmas de España, pero la ventaja cultural es pequeña, ya que el derecho de los negocios en estas jurisdicciones tiene influencia anglosajona”.

Para el expresidente de la International Bar Association (IBA) y consultor para Latinoamérica de Kerma Partners, Fernando Peláez Pier, “la ventaja del idioma y de la cultura es relativa, porque cuando los anglosajones llegan a nuevos países incorporan a abogados locales que conocen el mercado”. De lo que no hay duda, añade Peláez Pier, es que “América Latina es la nueva área de oportunidades junto a Asia”.

El brasileño Eduardo Leite, presidente ejecutivo mundial de Baker & McKenzie, firma con 60 años en la región con siete oficinas y 1.100 abogados, explica a EXPANSIÓN que “Latinoamérica posee la ventaja de ser un mercado mucho más conocido, por idioma, historia y cultura para los españoles, además de tener un ordenamiento jurídico muy semejante. Pero para los bufetes, sólo idioma y cultura no son una ventaja. Los clientes en la región desean soluciones regionales y globales, y la clave está en ofrecerles una organización así”.

Otras firmas angloamericanas como Jones Day, Hogan Lovells o DLA Piper –que fichó recientemente a Aznar como asesor para la zona–, también apuestan por América Latina y lo hacen apoyándose en socios de sus oficinas de Madrid o Miami. Otros, como Dentons, también planean abrir en varios países. Sin duda, Latinoamérica se ha convertido en el nuevo campo de batalla de los bufetes.