El Arruñada

Benito Arruñada, catedrático de Organización de Empresas en la Universidad Pompeu Fabra, es el principal economista de la empresa de su generación, y un investigador internacionalmente reconocido en asuntos relacionados con las organizaciones, la economía y el derecho. Aunque también tiene mucho interés para el gran público, su reciente libro –Empresa, mercado e instituciones”, Cívitas-Thomson Reuters– merece convertirse en un manual universitario de éxito, y que los estudiantes lo conozcan como “el Arruñada”.

Los primeros capítulos abordan los modelos de comportamiento para el análisis de las organizaciones, la especialización y el intercambio, y los problemas y soluciones en el proceso contractual. Tras una fina distinción hayekiana entre racionalidad evolutiva e intelectual, el capítulo 1 entra en el coste de la racionalidad y en aspectos fundamentales de la naturaleza humana, la cultura y las instituciones, descartándose las simplificaciones determinísticas. El capítulo 2 y siguientes revelan la influencia que en esta rama de la ciencia económica ha tenido Ronald Coase, como también sus sucesores, entre los que sobresale otro premio Nobel de Economía, Oliver Williamson.

Los temas que se abordan son: modelos de comportamiento, especialización e intercambio, el proceso contractual, integración vertical, relaciones comerciales, relación laboral, delegación y control interno, y relaciones financieras.

Desde el principio aparecen las debilidades de la economía neoclásica y del paradigma asignativo para analizar en el intercambio los costes de coordinación y motivación en el mundo real, un mundo donde la información no está disponible, es imperfecta, y se halla dispersa en un entorno cambiante. Marca distancia con la micro convencional, que considera los costes totales como dato exógeno: “en cambio, el estudio económico de las organizaciones se interesa sobre todo por la minimización de los costes de intercambio”.

Estudia aspectos de la psicología que tienen que ver con la toma de decisiones en condiciones de racionalidad limitada y los mecanismos de cooperación efectivos que pueden no parecer “racionales”. Revisa los fallos del mercado pero critica con acierto los habituales diagnósticos simplistas que alegremente saltan de las externalidades a la inevitabilidad del intervencionismo; es interesante su visión de dichos fallos como oportunidades de negocio para los empresarios, que a menudo la presurosa intervención del Estado no permite concretar.

Los principales problemas de las empresas están en este tratado bien presentados y explicados, con una sólida teoría y con abundantes ejemplos y aplicaciones tan ilustrativos como entretenidos, que van desde la productividad de los zurdos hasta las fusiones hospitalarias, desde el teclado “QWERTY” hasta el buen gobierno empresarial, desde la publicidad hostil hasta la privatización de los ferrocarriles británicos, desde la poliandria hasta las supercuentas bancarias, con casos concretos de empresas tanto españolas como extranjeras, desde Suecia hasta Japón. Y desfilan grandes autores, desde premios Nobel de Economía hasta Cervantes o Maquiavelo, o Jovellanos, ilustre asturiano, como el profesor Arruñada.