Los bancos acreedores toman el control de las 1.150 oficinas que Santander vendió a un grupo de inversores en 2007 y se preparan para sacarlas a Bolsa. Según fuentes financieras consultadas por EXPANSIÓN, un consorcio de entidades que financió dicha compra, liderados por el propio Santander, CaixaBank y BNP Paribas, han capitalizado en las últimas semanas parte de la deuda y han cambiado el nombre y estructura a la sociedad.
Así, la empresa dueña de una cuarta parte de la red de Santander en España pasa a llamarse Uro Property Holdings Socimi –hasta ahora era Samos Servicios y Gestiones– y ha fichado como nuevo presidente a número uno de Barclays España en los últimos tiempos, Carlos Martínez Campos.
Este nombramiento se une al del consejero Justo Gómez López, exdirectivo de Santander UK y Banesto, y al de James Preston, gestor de capital riesgo inmobiliario, como avanzó Vozpópuli. Además, Uro Property ultima el nombramiento de otros dos consejeros y un consejero delegado.
Con estos cambios, la banca acreedora pone punto y final a la vinculación de la sociedad dueña de las oficinas con sus antiguos gestores, que desde su origen habían sido Oleguer Pujol y su exsocio en Drago Capital, Luis Iglesias, que están siendo investigados por la Audiencia Nacional por blanqueo de capitales y fraude.
Los nuevos dueños de la sociedad han pedido una auditoría a Deloitte en la que la firma certifica que Oleguer Pujol no tiene ninguna participación en Uro Property Holdings y que los fondos aportados por la antigua sociedad, Samos, no tienen origen irregular.
Salida a Bolsa
Estos movimientos se producen en un momento en el que Uro Property se ha convertido en Socimi y prepara su salida a Bolsa, que según el antiguo plan estratégico de la entidad estaba prevista para enero de 2015.
Samos llevaba negociando cerca de un año una reestructuración de su deuda y la banca había puesto como condición la salida al Mercado Alternativo Bursátil (MAB).
Sin embargo, las negociaciones de dicha renegociaciones se bloquearon hasta que hace algunas semanas la banca capitalizó el tramo mezzanine (deuda joven o de alto riesgo), que a finales de 2013 estaba cuantificada en 424 millones.
Con ello, Santander, CaixaBank, BNP, Société Générale, Bayerische Landesbank y un grupo de inversores británicos liderados por Phoenix Life Assurance pasan a controlar el 91% del capital.
Los antiguos accionistas de la sociedad siguen en el capital: la aseguradora Pearl Group es parte de Phoenix Life Assurance, y el fondo Sun Group está también dentro del accionariado, aunque con su participación diluida.
Junto a la deuda mezzanine, Uro Property debe a la banca 1.424 millones a través de deuda senior, que se mantiene inalterada. Los principales acreedores son los bancos BNP Paribas, CaixaBank, Bayerische Landesbank y los fondos RMF Financial y Burlington Loan Management, según las últimas cifras disponibles en el registro mercantil.
Orígenes
Samos –actual Uro Property– se creó en octubre de 2007 para adquirir un mes después las 1.152 oficinas de Santander –cerca de una cuarta parte de la red actual– por 2.040 millones, en una operación que supuso unas plusvalías de 860 millones de euros a la entidad financiera.
Los compradores pasaron a ser los dueños de las oficinas en las que Santander se quedó en régimen de alquiler por un periodo de 25 años prorrogables hasta tres veces por plazos de siete años.
El problema de Samos fue el elevado endeudamiento que contrajo para pagar la operación, que estrujó financieramente a la sociedad hasta llegar a la situación actual. En 2013, esta empresa perdió 120 millones de euros a pesar de haber ingresado 125 millones por alquileres.
La sociedad, que ha vendido 16 sucursales durante los últimos ejercicios, y le quedan 1.136, tiene “firmado un contrato con un consultor independiente para la puesta en mercado de las sucursales” durante los próximos años.
Según el contrato inicial, a partir de 2017, Santander podrá recomprar algunas de las oficinas traspasadas hace siete años.