Dear Hotel se adelanta a Wanda y abre en Plaza de España

En la madrileña Plaza de España, el bullicio de las obras acompaña a los turistas en su trayecto hacia el corazón comercial de Madrid: Gran Vía. El Edificio España se mantiene intacto a la espera de que Wang Jianlin, dueño de Dalian Wanda, termine de diseñar su megaproyecto de hotel, viviendas y centro comercial.

El solar que ocupará el futuro Hotel VP Plaza de España sigue vacío, pero los andamios cubren Torre Madrid –donde Metrovacesa adecua el edificio para acoger un hotel de Barceló– y una de las esquinas donde Plaza de España deja paso a Gran Vía.

Ahí abrirá, el primero de los hoteles que revitalizarán la zona, en horas bajas desde que, en 2005, InterContinental cerró el Hotel Crowne Plaza que ocupaba el Edificio España. Se trata de Dear Hotel, el establecimiento que la familia Sebrango adquirió en 2012, tras hacerse con la opción de compra del edificio que tenía Renta Corporación. Los Sebrango, dueños del Hotel Chiqui (Santander), han proyectado un hotel de cuatro estrellas y 162 habitaciones que ya tiene fecha de apertura: el 15 de mayo, día de San Isidro, una de las fiestas por excelencia de la capital.

Terraza

El proyecto de Dear Hotel, cuya entrada estará en Gran Vía 80, ha requerido una inversión de 30 millones de euros –incluida la compra del inmueble y las obras de acondicionamiento–. Hasta ahora, el edificio estaba ocupado por viviendas y oficinas.

El hotel ocupará 12 plantas y contará con una terraza y un restaurante en la última planta que sus dueños aspiran a convertirse en un espacio referente para la organización de eventos. El estilo será elegante pero moderno y, respecto a los precios, la tarifa media por habitación oscilará entre 150 y 160 euros. En el caso de las suites, la horquilla de precios será de entre 250 y 300 euros. El hotel creará entre 70 y 80 empleos

“Será un hotel de cuatro estrellas por la singularidad del edificio, pero el servicio y la calidad serán las de un establecimiento de lujo”, explica su director, Francisco Sebrango. La previsión que manejan los dueños es que más del 60% de los clientes del hotel sean extranjeros.

Desde que compraron el edificio, la familia Sebrango ha recibido numerosas ofertas por vender o ceder la gestión del hotel. Sin embargo, optaron por mantener su estrategia patrimonialista y operar el establecimiento: “Nos plantemos un acuerdo de franquicia, pero finalmente lo descartamos. Queremos hacer un hotel singular y creemos que tiene más valor en nuestras manos”.