Santander plantea hoy una mejora del 5% en el dividendo de 2016

PASA DE 0,2 A 0,21 EUROS POR ACCIÓN/ Botín cumple con el compromiso adquirido en el plan estratégico de elevar la retribución al accionista año a año y de situar el ‘pay out’ entre el 30% y el 40%.

Ana Botín tiene un as en la manga para su primera junta de accionistas tras el nuevo plan estratégico anunciado en septiembre: Santander mejorará un 5% el dividendo por acción de 2016. Éste pasará de los 0,2 euros repartidos con cargo a los beneficios del año pasado hasta 0,21 euros.

Botín cumple así con el compromiso transmitido en el Investor Day de Londres: mejorar año a año el dividendo para que el pay out (porcentaje de beneficio que se distribuye al accionista) se sitúe el 30% y el 40% en 2018.

De hecho, el grupo financiero ya logró también este objetivo en 2015, al distribuir el 38% de beneficio. Contando el dividendo complementario con cargo al año pasado que aprueba hoy, de 0,05 euros a pagar el próximo 1 de mayo, la entidad habrá repartido entre sus accionistas 2.268 millones en efectivo de de los 5.966 millones que ganó el año pasado.

Santander mantendrá en 2016 la misma fórmula de reparto de dividendo que ya tuvo en 2015: tres pagos en efectivo y uno flexible (acciones o efectivo).

Un nuevo eje estratégico

“El banco tiene intención de que la retribución con cargo al resultado de 2016 sea de 0,21 euros por acción, que se abonaría, como siempre, en cuatro pagos, de los que tres se recibirían en efectivo y el otro en acciones o efectivo a elección del accionista”, apunta la entidad en su convocatoria de junta. Según este texto, es previsible que el pago flexible sea el de noviembre.

El dividendo fue uno de los grandes cambios que introdujo Ana Botín en su llegada a la presidencia de Santander. Rebajó a un tercio los 0,6 euros por acción que repartía el banco con su padre al frente, con cuatro pagos en scrip. A cambio, el compromiso de la presidenta fue hacerlo en efectivo y con mejoras anuales, que cumple tras su primer ejercicio completo en el cargo.

Junto a este punto, Santander somete hoy a votación de sus accionistas los últimos retoques del consejo de administración que Botín llevó a cabo en 2015. La entidad propone la ratificación de los nombramientos de Belén Romana, como independiente, e Ignacio Benjumea, como externo.

La expresidenta de Sareb llegó en sustitución de la consejera Sheila Beir, que salió en octubre.

El consejo propone la aprobación de su nombramiento, ya que Romana “dispone de las competencias, experiencia y méritos adecuados para desempeñar el cargo de consejera”.

Por su parte Benjumea, entró en el órgano de gobierno de Santander el pasado mes de junio después de que Jaime Pérez Renovales le sustituyera como secretario general y del consejo y responsable de Recursos Humanos, Organización y Costes.

Los cambios llevados a cabo en 2015, explica la entidad, son para reforzar los “conocimientos comerciales más allá de la banca, nuevas tecnologías, estrategia, experiencia internacional, conocimientos financieros y regulatorios y diversidad”.

Renovación

Además de las nuevas caras del consejo, la junta debe reelegir a otros cinco consejeros: Javier Botín, Sol Daurella, Ángel Jado, Isabel Tocino y Bruce Carnegie-Brown. Estas reelecciones se enmarcan dentro de la política de la entidad de renovar un tercio del consejo anualmente.

Otro de los asuntos que se someten ante la junta es el cambio de auditor, que este año ha dejado de ser Deloitte para pasar a manos de PwC. La auditora cuenta ahora con un contrato hasta 2018.

Junto a ello, la junta aprobará el máximo de miembros de las Comisiones delegadas hasta nueve, desde siete.