Abertis lleva a máximos el interés de los fondos por activos en España

ATRACCIÓN POR LAS INFRAESTRUCTURAS/ Algunos inversores internacionales estudian unirse a ACS en una contraopa por la empresa de autopistas. Otros quieren entrar en la red de distribución de Gas Natural.

La creciente actividad de los fondos de inversión internacionales en el sector de las infraestructuras españolas puede vivir su prueba de fuego en la batalla corporativa por Abertis, la concesionaria catalana de autopistas que ha sido objeto de una oferta pública de adquisición (opa) por parte de su rival italiano Atlantia.

La constructora española ACS medita el lanzamiento de una contraopa por Abertis, operación para la que negocia el respaldo de grandes inversores internacionales, como fondos de pensiones, de infraestructuras y soberanos. El valor de esta adquisición debería superar los 16.300 millones de euros que Atlantia propone pagar en su oferta. Además, el comprador deberá asumir la deuda de 15.000 millones que tiene Abertis.

Si los fondos entran en esa transacción de la mano de ACS, el desembolso necesario será muy superior al de otras operaciones que esas instituciones han sellado recientemente en España. JPMorgan Infrastructure, Swiss Life y Abu Dhabi acordaron entregar 2.591 millones a EDP por Naturgas, su red de distribución española de gas. CVC y Macquarie han comprado, respectivamente, un 25% y un 20% de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), valorando este operador de oleoductos en unos 5.000 millones. La firma estadounidense KKR se ha hecho con un 40% de Telxius, la filial de torres de móviles de Telefónica, por 1.275 millones. El incremento de valor de Aena desde que salió a Bolsa es otro reflejo del aluvión inversor hacia el sector.

Cuatro razones explican el interés de los fondos por este tipo de activos en España, según los analistas. La primera es que el negocio de esas infraestructuras suele seguir el ritmo de crecimiento económico del país, que es uno de los más elevados de Europa. La segunda es el acelerado proceso de reducción de los costes financieros de las empresas españolas desde 2012, gracias a las medidas del BCE y a las reformas internas del país. Este proceso puede tener su culminación en septiembre, cuando S&P decidirá si sube la calificación de España al grado de A-, tras varios años en la categoría de B. Los analistas de Barclays ven elevadas posibilidades de que se produzca esa mejora, que permitirá la llegada al país de otros grandes inversores que suelen usar como criterio el poner su dinero en destinos con la máxima calidad crediticia.

El tercer motivo de atracción es la relativa estabilidad política actual en España, al menos comparada con otros países como Reino Unido. La tensión independentista en Cataluña no preocupa ahora en exceso a los inversores aunque puede ganar relevancia en los próximos meses.

Exposición

La última causa, según admiten gestores de varios fondos, es que los grupos españoles de infraestructuras suelen estar bien gestionados y no aportan solo exposición a activos en el mercado doméstico, sino también a otros países donde tienen presencia.

Otro de los factores que animaba esas inversiones era que el precio de los activos en España era muy atractivo, aunque varios fondos consultados señalan que la fuerte competencia hace que la valoración se haya ajustado.

Si no cambian estas circunstancias, es posible que ACS encuentre socios para su aventura en Abertis, si se decide a iniciarla. Fondos canadienses como PSP y British Columbia son receptivos a entablar negociaciones y también se está contactando con fondos soberanos.

Otra gran operación que los bancos han empezado a presentar a los fondos es la compra de una participación minoritaria en la red de distribución de Gas Natural Fenosa, valorada en unos 12.000 millones de euros.

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