Se acaba el año y llega el momento de ajustar las cuentas. En este contexto se enmarca el anuncio de Sabadell, que ha decidido amortizar este viernes 6.000 millones de euros en cédulas hipotecarias pertenecientes a hasta cuatro colocaciones diferentes. La gran mayoría, 4.000 millones, pertenecen a dos emisiones realizadas este mismo año.
Las cédulas hipotecarias son el tipo de financiación bancaria más barata, puesto que se garantiza el dinero del inversor con el conjunto de todo el parque hipotecario de la entidad. Para entender el grado d, basta señalar que jamás se ha producido un impago de este tipo de activo en España y que en 2012, en plena crisis, era prácticamente la única vía de financiación abierta a las entidades.
En la actualidad, los bancos emiten cédulas hipotecarias para mantenerlas en su balance y ofrecerlas como colateral al Banco Central Europeo (BCE) a cambio de acceso a la barra libre de liquidez. Cuanto más colateral tiene una entidad, más liquidez extraordinaria puede pedir al supervisor europeo en caso de pasar por una situación de problemas.
Recientemente, tanto Sabadell como CaixaBank tuvieron que hacer un uso intensivo de la liquidez proporcionada por el BCE ante la salida de depósitos como consecuencia de las tensiones en Cataluña. Tras el cambio de sede, la situación volvió a la normalidad.
La amortización de estos 6.000 millones en cédulas hipotecarias por parte de la entidad española no limitará sus posibilidades de acceso a la liquidez. Según señalan fuentes financieras, Sabadell ha titulizado 7.900 millones de euros –6.000 millones de hipotecas de particulares y 1.900 millones en préstamos de empresas– que también son activos elegibles por parte del BCE.
Con este cambio, la entidad espera optimizar su estructura financiera y comenta que tiene “una posición de liquidez muy cómoda para afrontar 2018”.