El 2 de enero entra en vigor la circular contable de provisiones aprobada por el Banco de España, que adapta la normativa al marco contable derivado de las nuevas Normas Internacionales de Información Financiera, las NIIF. La nueva legislación afecta a todas las entidades de crédito, incluidas las cajas rurales.
Según la Autoridad Bancaria Europea, esta normativa elevará la necesidad de dotaciones de la banca un 13% de promedio y consumirá 45 puntos básicos la ratio de capital CET 1. Según fuentes del Banco de España, estos promedios son extrapolables al caso español. Este impacto se cargará contra reservas y no contra resultados por tratarse de un cambio de criterio contable. Según el supervisor, sus efectos son “asumibles” para el sector. “Es muy pequeño comparado con todo el esfuerzo realizado durante la crisis”, explica. La patronal AEB coincide y considera que “no será considerable”.
Créditos más caros
No obstante, el Banco de España admite que estas mayores exigencias pueden provocar un encarecimiento del nuevo crédito. La Asociación Hipotecaria, por su parte, cree que el acceso a la financiación puede ser “más restrictivo”.
El principal cambio que introduce la nueva circular es metodológico. A partir de ahora, el cálculo de las provisiones necesarias para cubrir los créditos deberá estar basado en pérdidas esperadas. Eso significa que la banca tendrá que dotar también aquellos préstamos que oficialmente no son morosos pero corren riesgo de estarlo.
La nueva regulación distingue entre créditos normales, normales en vigilancia especial y créditos dudosos.
Algunos aspectos de la normativa ya se introdujeron en la circular transitoria 4/2016. Uno de ellos es que los bancos no pueden financiar más de la mitad del coste o del valor del suelo destinado a promoción.
Las provisiones anticíclicas, una herramienta concebida por el supervisor español para amortiguar la expansión del crédito en las fases alcistas del ciclo, se sustituyeron en 2016 por un buffer teóricamente más potente.