Las cuentas bancarias y el efectivo siguen acaparando buena parte de la riqueza financiera de los españoles, pero el descenso continuo de la rentabilidad de los depósitos no deja indiferentes a los ahorradores. Según los datos a cierre de septiembre publicados ayer por el Banco de España, los españoles conservan 229.474 millones de euros en depósitos a plazo, un 24% menos que en el mismo periodo del año anterior.
En los últimos doce meses han salido de estos productos 72.485 millones de euros. ¿A dónde ha ido ese dinero? En buena medida, a cuentas corrientes y depósitos a la vista, en los que se puede disponer del dinero de forma automática sin penalización y en los que el interés es igualmente muy bajo. Estos productos concentran 560.802 millones de euros, un 16,3% más que en septiembre de 2016. Han atraído 78.933 millones.
Pero los españoles también han elevado su inversión en otros activos. El incremento más significativo se ha dado en los fondos de inversión y las Sociedades de Inversión de Capital Variable (Sicav), cuyo patrimonio está en máximos históricos. Los españoles conservaban a cierre de septiembre del año pasado 305.805 millones, un 13,7% más que doce meses atrás.
También han elevado su exposición a la Bolsa. Su volumen en acciones ha crecido hasta los 132.724 millones de euros, un 12,7% más que en el mismo periodo de 2016. Los seguros y los planes de pensiones son otros productos que, en menor medida, han recibido flujos procedentes del dinero que los españoles retiran de los depósitos a plazos. Tienen 353.268 millones en estos productos, un 0,9% más. Es el nivel más alto desde que hay registros.
Los españoles también han mosrado menos interés por la renta fija, en la que invierten 33.059 millones, un 21% menos que un año antes. Los tipos bajos o negativos han restado atractivo a los bonos.
La riqueza financiera de las familias creció un 4,3% en términos interanuales hasta septiembre. Alcanzó los 1,32 billones de euros, algo por debajo de los 1,35 billones de euros alcanzados a cierre de junio del año pasado. Este importe equivale al 115,8% del Producto Interior Bruto (PIB).