La prima de riesgo, por debajo de los 90 puntos, en mínimos de 2010

MERCADO DE DEUDA/ El riesgo país sigue reduciéndose ante la mejora macroeconómica de España y, sobre todo, como consecuencia del paso atrás en la posición de Alemania de cara a los inversores.

La prima de riesgo ha tomado una dirección clara en el arranque de año: hacia abajo, sin pausa, sin descanso que valga. En los últimos tres meses, el diferencial entre el bono español a 10 años y su homólogo alemán se ha reducido en 46 puntos básicos. Por primera vez desde abril de 2010, la prima de riesgo cotiza por debajo de la cota de los 90 puntos básicos, hasta los 87, y, según los expertos, ha llegado ahí para quedarse.

La prima de riesgo está recibiendo impulsos por sus dos vertientes, pues el bono alemán ha visto cómo su interés se disparaba en el arranque de año hasta pasar del 0,42% al 0,56%, mientras el español, uno de los mejores de la eurozona, pasaba del 1,56% al 1,44%. “La tendencia es opuesta, el interés del bono español, por situación macroeconómica, se debe ir acercando a los países más potentes de la eurozona, mientras que el alemán, que se verá muy afectado por la retirada de estímulos del BCE”, señalan fuentes del mercado.

Alemania

En conversaciones internas, un miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo señaló que el mercado está cotizando una “prima de escasez” sobre los bonos alemanes, lo que ha elevado ligeramente su rentabilidad.

El organismo presidido por Mario Draghi sólo puede comprar hasta un 33% de la deuda emitida por un país y otro 33% máximo de cada colocación. Por ello, tras haber adquirido nada menos que 459.317 millones de euros en bonos alemanes a lo largo de casi tres años, los inversores consideran que tendrá serias dificultades para mantener estable el ritmo de las compras y esa supuesta reducción obligada de los estímulos pesa sobre el precio.

Pero la reducción de las compras de deuda por parte del BCE trasciende la escasez o abundancia de bonos alemanes que comprar. La institución con sede en Fráncfort está inmersa en una retirada progresiva de estímulos por la que ya ha rebajado el volumen mensual de adquisiciones de los 60.000 millones de euros mensuales a 30.000 millones y, según las previsiones del consenso de analistas será este año, más tarde o más temprano, cuando el organismo detenga las compras.

Alemania será el país más perjudicado por el fin de los estímulos no convencionales, lo que provocará un repunte en la rentabilidad de su deuda que rebajará todas las primas de riesgo. El BCE tiene el estricto mandato de realizar sus compras de deuda en función de la clave de capital, es decir, de las aportaciones que los distintos Estados hacen al capital social de la institución. Atendiendo a esta norma, a Alemania le corresponde un 25,7% del programa de compras frente al 17,5% de Italia, al 12,6% de España y al 2,4% de Portugal.

España

Por su parte, el movimiento a la baja del interés de la deuda española se ha fundamentado en parte en una normalización de los mercados ante la situación catalana, que ha ido perdiendo el foco por parte de los inversores y se ha traducido en un descenso del retorno exigido a los bonos.

En las últimas sesiones, además, los inversores ya habían comenzado a descontar con mayor intensidad la subida de la calificación crediticia (de BBB+ a A-) que anunció ayer Fitch. La cuestión no es baladí, pues esta alza de un escalón en el ráting de los bonos soberanos abre ahora a España a una nueva bolsa de inversores institucionales. La deuda del país ha entrado en el terreno de la A, lo que habilita a los inversores más conservadores a tomar posiciones en bonos del Tesoro, aumentando la demanda y, finalmente, rebajando la rentabilidad a pagar.

“Con la subida de ráting, si la situación en Cataluña no se agita, en las próximas semanas podríamos ver el interés del bono español a 10 años atacando la cota del 1%”, explica Javier Ferrer, director de tipos de interés de Ahorro Corporación. “Esta mejoría supone que España entra a competir con mercados como el irlandés (A+) o el belga (AA-), que son ahora los más cercanos en términos de ráting”, señala.

Más cauto se muestra Jaime Sanz, responsable de asesoramiento de ráting para Estados soberanos de Société Générale, que sostiene que los mercados de deuda últimamente sólo sufren movimientos fuertes ante sorpresas. “El alza de la calificación crediticia estaba altamente descontada y debería tener un efecto de una reducción de 10 puntos básicos sobre el interés del bono español a 10 años. El resto del movimiento ya lo hemos visto”, apunta. El experto espera que, junto a Fitch, S&P también acabe decantándose por subir un escalón el ráting de España en algún momento del año. Si el bono alemán se mantuviera estable, el escenario más conservador se traduciría en una prima de riesgo de 77 puntos básicos, mientras que en el escenario más favorable bajaría hasta los 44 puntos básicos.

Editorial / Página 2