Los grandes bancos e institutos de análisis macroeconómico se han apresurado a revisar al alza sus previsiones de crecimiento del PIB en las últimas semanas, constatando la buena tónica que atraviesa la actividad en el arranque del año. De los diecisiete organismos que sigue la Fundación de Casas de Ahorros (Funcas) en su Panel de previsiones de la economía española, once han revisado al alza sus pronósticos en el último informe, publicado ayer, mientras que cinco las mantienen y sólo uno las empeora. Con ello, las analistas esperan un crecimiento que podría rozar el 3% este ejercicio siguiendo la estela de los años anteriores, con una muy ligera desaceleración.
En concreto, Bankia apuesta por un crecimiento del 2,9%, mientras que CaixaBank ha elevado sus perspectivas cuatro décimas, hasta el 2,8%, coincidiendo con Analistas Financieros Internacionales (AFI), Axesor, CEOE, el Instituto de Estadios Económicos (IEE), Intermoney o la propia Funcas, y Santander las mantiene en el 2,7%, en línea con el consenso de analistas. Únicamente BBVA Research queda descolgado, con un incremento del 2,5%, aunque esto se debe a que el organismo tiene previsto publicar una revisión de sus expectativas económicas en las próximas semanas y, de hecho, ya había advertido en febrero de que la coyuntura “no da señales de desaceleración, observándose un crecimiento “sólido” en el primer trimestre del año.
Estas revisiones al alza se cimentan sobre una fuerte expansión de la economía en los primeros meses del año. De hecho, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal habla de un avance del 0,8% entre enero y marzo, la misma que anticipa el servicio de estudios de BBVA. Ambos análisis coinciden en este tirón, que viene impulsado por las exportaciones, la inversión en bienes de equipo y en construcción y el progresivo destensamiento de la situación en Cataluña, que está contribuyendo a mitigar la incertidumbre sobre el desempeño de la región. Esta mejoría, además, está avalada por organismos internacionales, como la Comisión Europea, que recientemente elevó una décima el crecimiento sus proyecciones hasta el 2,6%.
Además, estas revisiones suponen un nuevo círculo virtuoso para la economía, ya que allanan el camino para una mejora de expectativas hoy mismo, por parte del Banco de España, y en las próximas semanas por parte del Ministerio de Economía. Tanto el gobernador Luis Linde como el presidente Mariano Rajoy han anticipado que elevarán sus previsiones al 2,5% o por encima de esta cifra, aunque sin entrar en más detalles. Además, el Indicador Sintético de Actividad (ISA), que utiliza el Ministerio de Economía para tratar de anticipar el comportamiento de la actividad a lo largo de los próximos seis meses, apunta a un avance interanual del 3,1% en el primer semestre de este año, manteniendo la tendencia observada en 2017.
Al detalle
De acuerdo con los datos del Consenso de Funcas, el principal motor de la economía será la inversión en maquinaria y bienes de equipo, con un alza del 5,1% (aunque algunas casas de análisis la elevan por encima incluso del 6%), seguida de la construcción (4,1%). Además, la mejora de expectativas retroalimenta la confianza los agentes económicos, dando alas a este tipo de inversiones y contribuyendo al sostenimiento de la tendencia positiva. También las exportaciones juegan un papel clave, ya que podrían crecer un 4,3%, aupadas por la creciente demanda europea. Este avance, superior al de las importaciones (4%), permitirá mantener un amplio superávit de la balanza por cuenta corriente este año (el 1,6% del PIB), lo que intensificará el desapalancamiento de la economía española. Finalmente, el consumo privado avanzará un 2,3%, mientras que el público crecerá un 1,4% (tres décimas más que el año anterior) debido, probablemente, a la proximidad a un nuevo ciclo electoral.
Todo ello contribuirá al crecimiento del empleo este año y el próximo, con la generación de 850.000 puestos de trabajo hasta 2019. Con ello, la tasa de paro se reducirá hasta el 13,7% el próximo ejercicio, aunque algunos analistas rebajan todavía más la cifra, al 12,6%. Así, todas las constantes vitales apuntan a una economía más saneada, aunque siga habiendo fuertes desequilibrios, como es el caso del mencionado desempleo, todavía muy elevado, o de la deuda. Sin embargo, también el volumen de pasivos (actualmente, cerca del 100% del PIB) se empezará a reducir con cierto dinamismo entre este año y el próximo, ya que el crecimiento económico vendrá acompañado de la moderación del déficit hasta el 1,8% del PIB en 2019.