Un año más, los Presupuestos Generales del Estado confirman que el Gobierno fiará al crecimiento todo el peso de la misión de reducir el elevado endeudamiento de la economía española. El Ejecutivo prevé crecer al 2,7%, una tasa que, según sus cálculos, le permitirá reducir la deuda hasta el 97% del PIB.
Todo ello pese a los 40.000 millones de deuda neta que colocará el Tesoro Público a lo largo de este ejercicio. Esta nueva oleada de emisiones llevará a la deuda del Estado a superar el billón de euros por primera vez al cierre del año, lo que supone un aumento del 181% respecto al nivel registrado en 2008, tras el estallido de la crisis financiera. Si se toma como referencia el conjunto de las administraciones públicas, el billón de euros en deuda se alcanzó por primera vez en 2014 y se situó al cierre del último año en los 1,14 billones.
“El principal objetivo es eliminar el déficit público, de manera que en 2020 prácticamente sea nulo, y afianzar la senda decreciente de la deuda, ante la evidencia incontestable de que unas finanzas públicas saneadas son fuente de crecimiento y empleo”, se señala en los presupuestos pese al anticipo de un nuevo récord en la deuda del Estado. El foco se pone una y otra vez en el endeudamiento y no en el volumen del pasivo del país, lo que ha supuesto no pocas críticas entre aquellos expertos que consideran que el desapalancamiento debería haber sido mayor tras más de tres años con crecimientos por encima de la media de la zona euro.
El propio gobernador del Banco de España, Luis María Linde, señaló ayer en una conferencia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que “rebajar la deuda al 60% del PIB costará varias décadas” (ver página 47).
Pese a todo, la previsión de reducir el endeudamiento hasta el 97% es la apuesta más agresiva de los últimos años, pues implica una reducción de la ratio en 130 puntos básicos. Desde que el nivel de deuda sobre el PIB tocara máximos en el 100,4% en 2014, el endeudamiento de la economía española se ha reducido en 210 puntos básicos. Y en el Ministerio de Economía confían en que se prolongue esta tendencia. “Desde 2015, los tipos de interés de las nuevas emisiones han descendido notablemente, lo que ha permitido que la ratio de gastos financieros de la deuda del Estado sobre el PIB se sitúe en una trayectoria descendente”, señalan.
De conseguirlo, la ratio caería por cuarto año consecutivo. En el pasado ejercicio, la economía española batió ligeramente los pronósticos recogidos en los Presupuestos de 2017 al cerrar el año con un endeudamiento del 98,3%, frente al 98,8% esperado.
Intereses
Para 2018, en términos presupuestarios, se estima que los intereses de la deuda del Estado ascenderán a 31.547 millones de euros, es decir, a un 2,6% del PIB español. Esto supone un descenso de aproximadamente 624 millones de euros respecto al volumen pagado en el anterior ejercicio.
Buena parte del cumplimiento de estas previsiones depende de que los costes de financiación se mantengan en niveles razonables pese a la esperada normalización de la política monetaria del Banco Central Europeo. Para sus cálculos, el Gobierno ha asumido que la rentabilidad media del bono español a 10 años se situará en el 1,6%. En lo que va de año, el interés de la deuda a una década ha descendido hasta el 1,19% gracias al impulso de las subidas de ráting concedidas por Fitch y S&P.
Además, el Gobierno espera que en 2018 la vida media de la cartera de deuda mantenga la senda ascendente iniciada hace ya cinco años y estima que, a finales del presente ejercicio, se situará entre los 7,4 y los 7,5 años. Para ello, el Tesoro reducirá las emisiones de deuda a corto plazo a lo estrictamente necesario y, según se señala en los Presupuestos, la emisión de este tipo de títulos (con vencimiento máximo a un año) “no aportarán a la financiación neta”, limitándose así únicamente a cubrir parte de las amortizaciones.
Según las previsiones recogidas en los Presupuestos, el peso de los bonos y las obligaciones en la cartera de deuda pública se elevará hasta el 88,7%, desde el 86,2% previsto el año anterior.
Precisamente ayer el Tesoro volvió a acudir a los mercados para captar 4.519 millones de euros en letras a un tipo de interés más negativo. El organismo dependiente del Ministerio de Economía cobra ahora un 0,406% por sus letras a un año y un 0,466% por la deuda con vencimiento a seis meses.