Europa estrena la supervisión bancaria a dos velocidades

CAIXABANK, BANKIA Y BANKINTER GANAN TIEMPO/ Las entidades con todo su negocio dentro de la zona euro podrán cumplir con los requisitos regulatorios más tarde.

Europa ha dado el primer paso para instaurar una supervisión bancaria a dos velocidades. A partir de ahora, habrá dos grupos a la hora de rendir cuentas y a cada uno se le exigirá el cumplimiento de los requerimientos en momentos distintos, según aseguran fuentes conocedoras de la situación. En España, Santander, BBVA y Sabadell están en el primer nivel; los demás están en el segundo, incluyendo el resto de los cotizados: CaixaBank, Bankia, Bankinter, Liberbank y Unicaja.

Así se lo ha hecho saber a los bancos la Junta Única de Resolución (JUR), la autoridad europea de resolución bancaria y la responsable de definir las exigencias que cada entidad debe cumplir para armar su colchón anticrisis, el requerimiento conocido como MREL y que exige amasar un determinado porcentaje de capital y deuda con capacidad para absorber pérdidas.

Aunque no hay ningún dictamen oficial ni regulación por escrito, la JUR ha explicado verbalmente a las entidades el nuevo escenario de cumplimiento. Fuentes del sector señalan que los bancos europeos con presencia fuera de la unión bancaria tendrán que cumplir el MREL en la fecha que estaba prevista, 2022. Al resto se le ha concedido un periodo de gracia que algunas fuentes sitúan en 2024, lo que supone un balón de oxígeno para estas firmas.

Traje a medida

Esta indicación verbal llega cuando la JUR acumula años de retraso en la comunicación a las entidades de cuánto colchón deben acumular y de varios cambios de timón en sus decisiones. A diferencia de otras regulaciones, el MREL no es una norma general, sino un traje a medida de cada banco, dependiendo de su nivel de riesgo o del tipo de negocio.

De ahí el interés por saber qué colchón necesitan, pero la JUR sólo se lo ha comunicado a los bancos que están en el grupo que debe cumplir el requerimiento en 2022. En España, eso significa que sólo Santander, BBVA y Sabadell lo saben. Los otros bancos siguen sin tener la cifra definitiva y todo apunta a que no la sabrán hasta finales de este año o principios de 2019. El tiempo extra compensa este retraso.

Beneficiarse del mayor plazo para cumplir los requisitos regulatorios depende, según varias fuentes financieras, de la expansión internacional de las entidades. La JUR ha dividido el sector bancario europeo en dos grupos. En el primero se enmarcan los bancos que tienen alguna presencia relevante fuera de la unión bancaria. Son conocidas como entidades trasnacionales.

El segundo grupo lo compone el resto de firmas que, con un perfil más nacional o de la zona euro, sí podrán disfrutar del periodo de gracia que concede la autoridad europea. Esta división da lugar a una categoría formada por entidades completamente diferentes, pues da el mismo tratamiento a bancos pequeños, como Ibercaja o Abanca, que a grandes nombres como CaixaBank o Bankia.

Diferentes niveles

El resultado de este criterio, por ejemplo, es que Sabadell está en el primer grupo por su presencia en Reino Unido, mientras que CaixaBank está en el segundo, pese a su expansión en Portugal.

A cambio de esas concesiones, la JUR quiere que los bancos trasnacionales estén protegidos cuanto antes o, más bien, que protejan a los contribuyentes de los daños de su hipotética caída constituyendo el colchón anticrisis que servirá para pagar la factura de su resolución.

Pero, los bancos con orientación nacional no andan tampoco a ciegas en lo relativo al tamaño de su colchón, pese a que no se haya comunicado la cifra. Entidades y agencias de ráting trabajan con modelos con los que estiman las exigencias. Para los bancos españoles se estima que se moverán entre el 21,25% y el 24,75% de los activos ponderados por riesgo.