Cuánto resta el BCE a la prima de riesgo española

El coste de la deuda que emiten los gobiernos de la zona euro sigue en mínimos históricos, gracias en buena parte a la presencia en el mercado del Banco Central Europeo (BCE) como principal comprador de esos títulos. La expectativa de que el organismo que preside Mario Draghi vaya disminuyendo en los próximos meses su ritmo de adquisición de deuda, realizado a través del programa de expansión cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés), no parece tener muy nerviosos a los inversores.

El Gobierno español, por ejemplo, apenas paga un 1,2% por sus bonos a diez años. Su diferencial con los alemanes (la denominada prima de riesgo) está en 70 puntos básicos, casi diez veces menos del nivel que llegó a tocar en 2012, antes de que Draghi prometiera “hacer lo que fuera necesario” en julio de ese años para salvar el euro.

Algunos analistas empiezan a plantearse si el final definitivo de las compras del BCE, que se espera para 2019, podría llevar a un significativo repunte de los costes de financiación de los países del euro.

Matteo Crimella, economista de Goldman Sachs en Londres, ha puesto números a este potencial impacto. En su opinión, las operaciones del BCE reducen el coste de los bonos por dos vías. Por un lado está el “efecto inventario”, es decir, el volumen de deuda de cada país que ha quedado aparcado en el balance del banco central, reduciendo el riesgo de un aluvión de ventas que puede producirse cuando los bonos están en manos de inversores privados. Por otro está el “efecto flujo”, que consiste en la interferencia diaria del BCE en el mercado de compraventa de bonos, al hinchar de manera artificial la demanda de esos títulos.

Goldman estima que el “efecto inventario” reduce ahora mismo en 140 puntos básicos el coste de los bonos españoles a diez años. El “efecto flujo” tiene un reflejo menor, de unos 15 puntos básicos. Es decir, sin el BCE, el coste de la deuda española a ese plazo se situaría en un 2,75%, más del doble.

Alemania también se beneficia por la intervención del BCE pero en menor medida: unos 90 puntos básicos. Es decir, la prima de riesgo de España pasaría de 70 a 135 puntos básicos sin el programa de QE.

¿Habría que esperar un gran salto en los costes de los bonos españoles cuando Draghi (o su sucesor) deje de comprar deuda? En principio, habrá que temer solo por la reversión del “efecto flujo”. Más significativo sería que el banco central empezara a vender su inventario de bonos, pero el mercado espera que los deje amortizar en su cartera.