La banca europea en Estados Unidos, contra la reforma fiscal de Trump

BATALLA FISCAL/ La patronal de la banca extranjera alerta en una carta, que firman Santander, BBVA y CaixaBank, de que si el impuesto ‘Beat’ que les discrimina no se modifica, “inevitablemente limitarán o reestructurarán” sus “operaciones en EEUU”.

La banca extranjera en Estados Unidos avisa de que la reforma fiscal de Trump le perjudica y alerta de que si el impuesto que les discrimina respecto a otras industrias, el Beat, no es enmendado, la “situación conducirá inevitablemente a decisiones empresariales de limitar o reestructurar” sus “operaciones en EEUU”. Así lo advierte la patronal de bancos extranjeros en Estados Unidos, el Institute of International Bankers (IIB), en una carta, a la que ha tenido acceso EXPANSIÓN, entre cuyos firmantes están Santander, BBVA y CaixaBank. Forman parte de este lobby bancos de todo el mundo, aunque la mayoría son europeos. Estas quejas también las han planteado los ministros de Finanzas de la UE, que consideran que la reforma ataca el intento comunitario de gravar a las multinacionales tecnológicas (ver información adjunta) y subvenciona las exportaciones estadounidenses, con lo que amenazan con denunciar a EEUU ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La banca se dirige en su misiva al Congreso de EEUU, que todavía tiene posibilidad de enmendar una reforma que se aprobó en diciembre. Los bancos señalan que el Beat (base erosion and antiabuse tax) impone una doble imposición en los pagos de las filiales estadounidenses de bancos internacionales. Recuerdan que la regulación en EEUU obliga a los bancos extranjeros a tomar prestados miles de millones de dólares de sus filiales extranjeras para apoyar su solvencia en EEUU, operaciones que ya son gravadas. Imponer un nuevo impuesto en el interés de esa deuda, el Beat, es una penalización fiscal que supone una doble imposición, insisten.

En cambio, piden excluir del impuesto el interés en el que incurran los bancos internacionales y sus filiales de EEUU y los pagos que ya son gravados.

Así, la patronal advierte de que, además de limitar su negocio en EEUU, otras consecuencias posibles serán “una reducción de los préstamos a los estadounidenses que los soliciten y/o una disminución y restricción de la eficiencia de nuestros recursos para la financiación”.

Además, prevén que los ajustes por la imposición punitiva resultante delBeat“eleven los tipos de interés porque el coste de la financiación se incrementará materialmente para una parte sustancial de la industria”.

También se ven afectadas por este impuesto las aseguradoras, entre las que las alemanas han planteado numerosas quejas a la Administración Trump, pero los principales afectados son los bancos extranjeros, que reclaman a EEUU “ser tratados como el resto de industrias”.

“Reducir la disponibilidad de los préstamos para los estadounidenses y elevar su coste tendrá un impacto negativo en el crecimiento económico que la reforma fiscal se pretende que promueva”, alerta el IIB, que insiste en que si no se modifica el Beat, “puede limitar el efecto a favor del crecimiento de la reforma”. De hecho, el Gobierno de EEUU ha calculado que la reforma impulsará un 1,2% su PIB. La mayoría de las empresas, de hecho, la han recibido con los brazos abiertos, ya que el tipo nominal del Impuesto sobre Sociedades se rebaja del 35% al 20%. Este efecto puede ser también perjudicial en determinados casos para la banca, ya que la reforma limita la capacidad de los bancos para deducir pérdidas pasadas contra impuestos futuros, los activos fiscales diferidos (DTA), lo que va a impactar en Barclays, Credit Suisse o UBS. Estas entidades también forman parte del IIB, junto con BNP Paribas, Deutsche, HSBC, Lloyds, Royal Bank of Canada, Nomura e Industrial and Commercial Bank of China.

Entre los bancos españoles en EEUU que firman la carta, destacan Santander y BBVA, ya que CaixaBank tiene una oficina de representación en Nueva York. Santander Holdings USA cuenta con casi 18.000 empleados y 723 oficinas. BBVA Compass opera en 657 sucursales. Se encuentra entre los 25 mayores bancos comerciales de EEUU por cuota de mercado de depósitos, y entre los bancos más grandes de Alabama, Texas y Arizona.

Los préstamos que suponen las operaciones estadounidenses de estos bancos, destaca el lobby, ayudan a financiar el crecimiento y la expansión de muchas empresas de EEUU. El Beat “hará más difícil a las empresas y ciudadanos estadounidenses obtener un préstamo o reunir el coste del préstamo a menos que se enmiende”, subrayan.

La IBB recuerda que sus miembros, que operan en todos los 50 Estados, “proporcionan alrededor de un tercio de todos los préstamos empresariales en EEUU; financiaron el 71% del volumen de los préstamos de infraestructuras proporcionados en los últimos cinco años, y se encuentran entre los tres primeros financiadores de la agricultura”. A su vez, reúnen aproximadamente el 20% de los activos bancarios de Estados Unidos.

La importancia de la contribución de los bancos internacionales a la economía estadounidense ha sido reconocida en un reciente informe del Tesoro, insisten, que ha dicho que “juegan un rol muy importante para proporcionar préstamos y financiación de las infraestructuras”.