El Parlament inviste a Torra, que dará continuidad al choque institucional

LA ABOGACÍA DEL ESTADO SEGUIRÁ SUS DECISIONES/ El presidente electo se compromete a implantar una veintena de leyes suspendidas por el Tribunal Constitucional y hoy se reunirá en Alemania con su precedesor y mentor, Carles Puigdemont.

Cataluña seguirá instalada en el desafío institucional. Es el mensaje que ayer lanzó el diputado de JxCat Quim Torra, que ayer fue investido como presidente de la Generalitat con el apoyo de los neoconvergentes y ERC, y la abstención de la CUP.

El enfrentamiento lo hará en varios frentes, y el primero de ellos empieza hoy mismo en el terreno simbólico. Torra se desplazará a Berlín, donde se entrevistará con su predecesor y mentor, Carles Puigdemont.

Sin embargo, esta reunión será únicamente simbólica. Torra sigue estudiando ahora junto a la dirección de ERC y el entorno de Puigdemont –quienes controlan el grupo de JxCat en el Parlament– si restituyen en el cargo a los exconsejeros que fueron destituidos a finales de octubre por parte del Estado, que intervino la autonomía catalana tras la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) que la antigua CDC, ERC y la CUP aprobaron en el Parlament y que ningún país del mundo reconoció.

El nombramiento de exconsejeros que se fugaron en el extranjero para evitar ser encarcelados, o que siguen en prisión provisional por el 1-O sería el primer pulso entre Torra y el Gobierno de Mariano Rajoy. Ayer, el líder del PP en el Parlament, Xavier García Albiol, dejó claro que a los suyos no les temblarán las piernas y que actuarán ante cualquier ilegalidad. De hecho, la Abogacía del Estado ya ha recibido órdenes del Gobierno de seguir muy de cerca todas sus decisiones.

Si ello tuviera lugar, una de las principales diferencias con respecto a otoño es que ahora no hay consenso entre el bloque constitucionalista ante la inquietud que ha provocado en las filas de Cs la intervención de la autonomía catalana, que este partido, PSOE y PP pusieron en marcha tras la DUI. Para el partido naranja, ha sido excesivamente “laxa”. Según la jefa de la oposición en el Parlament, Inés Arrimadas (Cs), el Gobierno de Mariano Rajoy debería haber recurrido al Tribunal Constitucional el voto delegado de Puigdemont y del exconsejero de ERC Antoni Comín.

Todo apunta a que al Alto Tribunal le espera mucho trabajo por delante. El gran anuncio que hizo Quim Torra ayer fue prometer la aplicación de hasta una veintena de leyes económicas, sociales y ambientales que en los últimos cinco años ha aprobado el Parlament relativas a asuntos como el cambio climático, los desahucios y la pobreza energética, entre otros. En todos los casos, el Constitucional las ha suspendido no por discrepar sobre su contenido, sino porque afectaban a competencias que no son de ámbito autonómico sino que corresponden a las Cortes Generales.

La CUP ya ha dicho que quiere gestos y que no se conformará con declaraciones, y que tampoco le sirve el “Visca Catalunya lliure” –”Viva Cataluña libre”, en castellano– con el que Quim Torra concluyó su última intervención en la cámara catalana, tras ser investido. Los anticapitalistas dejaron claro que no apoyarán los Presupuestos para 2018 que presente Torra si no hay una “ruptura” real con el Estado.

A la espera de ver si se retomará la apuesta por la “desobediencia” que la CUP exige a Torra, los partidos que rechazan la independencia se volvieron ayer a poner de acuerdo a la hora de cuestionar el discurso “supremacista”, “etnicista”, “populista”, “xenófobo” y “ultranacionalista” que en los últimos años ha caracterizado al nuevo president.

Ante las críticas, Torra quitó hierro a sus palabras y las relativizó, que atribuyó a licencias “periodísticas” y a su “ironía”. Sus justificaciones no tranquilizaron a ningún partido de la oposición. “¿Hablar en castellano, como estoy haciendo ahora, es algo antinatural para usted? Nos tildó de carnívoras, bestias, carneros y hienas en un artículo”, expuso Arrimadas, quien lamentó que Torra lleve años fomentando el “odio” entre catalanes.

Miquel Iceta (PSC) también cuestionó sus referencias a la “raza” y al “ADN de los autóctonos” en un artículo en un diario digital, mientras que el dirigente de los comunes Xavier Domènech lamentó el menosprecio de Torra hacia el 15-M y los partidos de izquierda, y su asistencia en un acto de homenaje de los hermanos Badia, dos destacados independentistas admiradores del fascismo italiano y que fueron asesinados por los anarquistas en el inicio de la Guerra Civil. “He ido a todo tipo de eventos, me interesa el catalanismo en su transversalidad”, aseguró Torra, que se comprometió a gobernar pensando en todos los catalanes. Sin embargo, la decisión del presidente del Parlament, Roger Torrent (ERC), de plantar al jefe del Estado tras la investidura tampoco contribuye a calmar los ánimos.

Editorial / Página 2