La elección de Pablo Hernández de Cos como nuevo gobernador del Banco de España no sólo disipa la incertidumbre sobre el relevo de Luis María Linde que había provocado la moción de censura contra el Gobierno presentada por el PSOE, que dinamitó las negociaciones para el relevo de la cúpula de la entidad, sino que garantiza la continuidad de la labor desarrollada en los últimos años. El actual director general de Economía y Estadística del Banco de España ha sido un estrecho colaborador de Linde desde 2015, cuando comenzó a ocupar este cargo. De hecho, ha colaborado con el aún gobernador en la preparación de las reuniones periódicas del consejo de gobierno del BCE dado su conocimiento del funcionamiento de esta institución, donde fue asesor de José Manuel González-Páramo cuando éste formaba parte de su comité ejecutivo. El perfil marcadamente técnico de Hernández de Cos, que se convertirá en el gobernador de un banco central más joven de la zona euro, ha sido muy bien recibido en Fráncfort y, a pesar de las críticas de algunos partidos de la oposición por anunciarse su nombre a sólo 48 horas de la moción de censura contra el Ejecutivo, ha concitado un consenso poco habitual en esta legislatura sobre su valía para este cargo. En la próxima reunión del consejo del BCE, el 14 de junio, ya coincidirá con Luis de Guindos, que este viernes tomará posesión del cargo de vicepresidente. Entre los retos del nuevo gobernador estará completar la reducción de los activos improductivos de la banca, la mejora de su rentabilidad y la adaptación al nuevo marco competitivo y regulatorio.