Nouy pide un bonus para directivos de banca que vendan activos tóxicos

ACTIVOS DAÑADOS/ La presidenta del Consejo de Supervisión del BCE, Danièle Nouy, transmite en un encuentro en Madrid que queda camino para cerrar las dudas sobre la salud de la banca.

La presión para limpiar los balances de la herencia de la crisis se puede convertir en un incentivo. El Banco Central Europeo (BCE) lleva meses, o incluso años, urgiendo a la banca a reducir sus activos problemáticos, conocidos en el sector como NPL por sus siglas en inglés.

La insistencia es tal que se pide aprovechar la bonanza en las economías de la zona euro para acelerar en la evacuación. Un ahora o nunca para partir desde cero ante el estallido de otra nueva crisis. Pero el supervisor ahora ha dado un paso más allá y propone un bonus para incentivar la limpieza de los balances en el sistema financiero europeo.

Así lo expuso la presidenta del Consejo de Supervisión del BCE, Danièle Nouy, en un encuentro con un grupo de unos 40 jóvenes del sector financiero español en Madrid celebrado la semana pasada. Nouy visitó la capital española para celebrar el consejo de supervisión del BCE, la segunda vez que lo hizo fuera de Fráncfort.

La ejecutiva defendió en privado lo que viene transmitiendo en sus últimas intervenciones públicas. El BCE reconoce que las entidades han hecho un ingente esfuerzo para evacuar sus activos problemáticos. Aunque no se da por satisfecho y advierte de que aún queda mucho por hacer, según indican fuentes presenciales en el encuentro en Madrid.

Alternativas

“Los bancos deberían pagar bonus a los que evacuan NPL”, defendió la jefa de supervisión de la zona euro ante los asistentes. La reducción de los activos tóxicos es una de las prioridades que marcan la agenda del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), integrado por el BCE y las autoridades supervisoras competentes de los países de la UE, para este año.

Para ello, trabaja en varias alternativas para impulsar la limpieza, como podría ser a través de la retribución variable, indican fuentes conocedoras.

Fuentes del sector financiero aplauden la iniciativa de la jefa de supervisión del BCE, pero recuerdan que no será el principal motivo para reducir los activos tóxicos.

“Dependerá de los descuentos que están dispuestos a asumir las entidades y su penalización en el capital”, explican desde una consultora. Fuentes oficiales del BCE prefirieron no hacer comentarios al respecto.

En cualquier caso, cada entidad puede disponer libremente su política de incentivos, aunque la propuesta de Nouy suma más presión a las estrategias para culminar la limpieza de activos, señalan desde el sector.

Los bancos europeos aún tienen en balance cerca de un billón de euros en créditos tóxicos. Los supervisores insisten en que mantener unas ratios elevadas de activos problemáticos penaliza la gestión del banco en el medio y largo plazo. Supone el desvío de recursos humanos y materiales, y puede frenar las nuevas operaciones de crédito.

También siembran incertidumbres sobre la salud de las entidades, y pueden encarecer su coste de financiación. “Ello se puede traducir en un endurecimiento de la oferta de crédito”, advierte el Banco de España en su último informe anual.

Los diez principales bancos españoles (Santander, CaixaBank, BBVA, Bankia, Sabadell, Bankinter, Unicaja, Kutxabank, Ibercaja y Abanca) han limpiado más de 20.000 millones de euros en activos tóxicos en el último año.

Según datos recopilados por Alvarez & Marsal, las diez principales entidades tenían todavía 63.460 millones en créditos problemáticos a marzo. Es decir, la ratio de NPL sobre el crédito total se ha rebajado desde el 8% de marzo de 2017 al 6,29% del mismo mes de este año.

2013: el peor año

Esta situación dista mucho del momento de mayor deterioro de los balances bancarios. En 2013 los préstamos dudosos en España alcanzaron casi 200.000 millones. Ocho veces más que en la crisis de 1994. Pero el pinchazo de la burbuja inmobiliaria llenó también los balances de activos adjudicados, aquellos recibidos por impago de deudas, ligados al ladrillo. En 2013 el sector español tenía cerca de 80.000 millones en activos adjudicados.

Las autoridades aplauden los planes de las entidades para reducir sus créditos tóxicos. Ahora bien, de mantener el ritmo de reducción de los últimos años, el nivel de préstamos dudosos superaría todavía la barrera de los 50.000 millones de euros en 2020, es decir el 4,4% del total, según las estimaciones del Banco de España.