Draghi alerta de un crecimiento en la eurozona menor que el previsto

POLÍTICA MONETARIA/ El presidente del BCE celebra la reacción de los mercados a la retirada de los estímulos anunciada el jueves, pero sostiene que la política monetaria debe seguir siendo expansiva.

Economistas, académicos y miembros de los principales bancos centrales del mundo se paseaban ayer por los terrenos del Penha Longa, un lujoso hotel situado en la ciudad portuguesa de Sintra, a tan sólo 30 kilómetros de Lisboa. El tiempo acompañó en la primera jornada a pleno rendimiento de la quinta edición del foro europeo de bancos centrales, esa suerte de Jackson Hole del Viejo Continente que el Banco Central Europeo puso en marcha en 2014 para inaugurar su propio espacio de debate en el terreno de la política monetaria y la macroeconomía.

Bajo el paraguas de la temática elegida para este año –la fijación de precios y salarios en la economía moderna– discursos y grupos de debate se sucedieron en un intento de explicar por qué las políticas ultralaxas de los bancos centrales no habían provocado un despegue de la inflación. Pero en Sintra todos estaban pendientes de un discurso en particular: el que pronunciaría Mario Draghi, presidente del BCE, que, obviando la bienvenida que brindó el lunes a los asistentes al foro, afrontaba su primera comparecencia pública tras anunciar el fin de su programa de compras de deuda.

Los riesgos

Draghi se mostró ayer algo menos optimista que en ocasiones anteriores en lo que al crecimiento respecta. Según advirtió, la incertidumbre global, unida a la moderación de las tasas del crecimiento que registra la zona euro desde el comienzo de 2018, ha sembrado dudas sobre la sostenibilidad de la actual fase expansiva. “El crecimiento está por debajo de lo que esperábamos y en las últimas proyecciones tuvimos que rebajarlo en 0,3 puntos porcentuales… es algo inusual que eso pase tan pronto en el ciclo económico”, explicó Draghi.

El presidente del BCE recordó que, si finalizara ahora, en términos históricos el actual periodo de crecimiento habría sido excesivamente débil. “Desde 1975 la zona euro ha vivido cinco fases expansivas. La media de la duración ha sido de 31 trimestres, con el PIB incrementándose en un 21%. La expansión actual, hasta la fecha, ha durado apenas 20 trimestres y la subida del PIB es de apenas un 20%”, explicó.

Draghi señaló que los riesgos para la economía de la zona euro proceden fundamentalmente de fuera de la región, materializados en los aranceles de Estados Unidos y su potencial guerra comercial, en la subida de los precios del petróleo y en la inestabilidad que estos dos elementos provocan sobre los mercados financieros. Pero la eurozona tiene también su parte de responsabilidad en la moderación del crecimiento. La autoridad monetaria considera que la capacidad productiva no está siendo capaz de absorber la demanda y lastra el crecimiento. “La fase de crecimiento se ha apoyado en la recuperación del empleo, pero la aportación de la inversión en capital ha sido casi nula”.

Pese a todas las nubes, Draghi señaló que a ojos de lo que a la política monetaria respecta, el crecimiento sigue siendo sólido y generalizado, por lo que las perspectivas siguen siendo buenas.