Un día después de que el supervisor británico (FCA), anunciara una investigación sobre el coste de análisis que contratan las gestoras, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) recordó ayer que este aspecto “es un área de interés supervisor”. La directiva europea de mercados Mifid II, que entró en vigor en enero, obliga a las gestoras a pagar por separado los análisis que contratan de los costes de intermediación, para evitar conflictos de intereses.
La regulación permite a las gestoras repercutir los costes del análisis a los fondos, es decir, a los partícipes, y la mayoría de las gestoras españolas han optado por esta opción, en vez de absorber los gastos, como hacen casi todas las gestoras internacionales. José María Marcos, director general de entidades de la CNMV, afirmó ayer en la clausura de la asamblea de Inverco, la asociación de las gestoras, que más de 600 fondos españoles incluyen ya en su folleto la opción de repercutir el coste del análisis, un 35% del total.
“La norma exige detallar el coste del análisis, pero también que esté ligado a la vocación inversora del fondo y que el informe constituya pensamiento original y proponga conclusiones que no sean de dominio público”, indicó Marcos. La CNMV está revisando los procedimientos de selección de intermediarios de la gestora. Marcos también recordó que las gestoras deberán facilitar a los distribuidores de sus fondos los costes de transacción, que ahora no se incluyen en los folletos.
Sin cuarto supuesto
El directivo de la CNMV celebró que el Ministerio de Economía no haya admitido el cuarto supuesto que pedía Inverco para permitir seguir cobrando incentivos por la venta de fondos.
Según su opinión, “es positivo para los inversores porque se incrementa el asesoramiento reconocido por parte de las entidades, después de años con mucho asesoramiento implícito, y porque se aumenta la competencia, ya que uno de los supuestos implica la oferta de productos de terceros”. Economía cifró en un 25% el mínimo de la oferta de fondos de otras firmas. Las gestoras están optando por incluir más fondos internacionales que españoles.