MicroBank, filial 100% de CaixaBank y líder en microfinanzas en España, ha concedido en sus diez primeros años de existencia 135.547 microcréditos a emprendedores y negocios por valor de 1.469 millones y 608.827 microcréditos a personas y familias con dificultades de acceso a la financiación bancaria tradicional por valor de 2.614 millones de euros. Por ejemplo, unidades familiares con dos hijos con ingresos inferiores a los 17.200 euros anuales.
El importe medio de los microcréditos concedidos a los negocios es de 10.838 euros. En el caso de las familias asciende a 4.294 euros.
MicroBank concede hasta 25.000 euros de financiación a un plazo máximo de seis años. En el caso de los microcréditos dirigidos a empresas de innovación o con proyectos tecnológicos, el importe se ha ampliado a 50.000 euros. les. La morosidad promedio es del 5,8% en el caso de los emprendedores y del 2,6% en créditos a familias.
Según la entidad, el interés medio cobrado a los emprendedores es del 6% y a familias, del 9%. No es necesario presentar avales. La banca aplica un promedio del6% de interés en financiación al consumo, según el Banco de España, y del 3% a pymes.
Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, subrayó que el 77 % de los negocios abiertos con esta financiación continúan operativos.
CaixaBank ha invertido 285 millones de euros en MicroBank, que cuenta con el respaldo de financiación, garantías y experiencia del BEI y del Banco Europeo para el Consejo de Europa.
MicroBank tiene acuerdos con 592 ayuntamientos, cámaras de comercio y otras entidades colaboradoras. Ganó 42,03 millones en 2017 y cuenta con 28 empleados. Este mercado mueve 593 millones anuales en España.
La entidad también concede ayudas para programas Erasmus, algo que ha tenido “relativamente poco éxito”, con dos millones de financiación. El préstamo cobra un interés del 5,5%.
Más impuestos
Gortázar dijo ayer que la idea del Gobierno de implantar un impuesto a la banca para financiar las pensiones, sería “discriminatorio” y recordó que la banca paga un tipo impositivo superior al del Impuesto de Sociedades y una tasa anual al Fondo de Garantía de Depósitos. “Naturalmente no sería buena idea “, apuntó. Y la situación de tipos de interés en mínimos afecta a la cuenta de resultados y añadió que poner impuestos a la banca implica “poner una carga sobre los más de 600.000 accionistas o incluso sobre proyectos como la Obra Social de La Caixa, por lo que no sería algo positivo”.