Defender la rentabilidad de la banca

Los mensajes del pernicioso efecto de un eventual impuesto al sector financiero se multiplican en las últimas semanas, coincidiendo con la campaña semestral de resultados del sector. Mientras, las autoridades (BCE, Banco de España, FMI...) y los expertos se han empleado últimamente a fondo en defender la necesidad de una mayor concentración entre bancos para lograr entidades fuertes, solventes y rentables en un entorno de máxima competencia. Las cuentas del sector van a ser una prueba de fuego, sin duda, estos días, para ver cómo se defienden los bancos supervivientes de la crisis, al tiempo que los inversores toman el pulso a sus estrategias, con el objetivo de buscar entidades con planes creíbles que les permitan rentabilizar sus ahorros. Pero al tiempo que los banqueros se esmeran en convencer con sus mensajes, la incertidumbre regulatoria pesa como una losa, lo que no deja de ser desconcertante. Sería bueno tener certeza tanto sobre las reglas con las que jugará el sector, para poder dar visibilidad a los resultados, como de los pasos hacia una verdadera unión bancaria que sirva de trampolín para las operaciones de concentración. Y, también, el entorno en el que competirán las fintech en el negocio bancario. Los bancos quieren crecer, pero deben medir muy bien si lo harán con compras, una opción cada vez menos rentable, o explotando su capacidad digital y tecnológica. Si a ello sumamos las dudas sobre cuándo impactará en el sector el giro en la política monetaria del BCE, las incertidumbres en el horizonte son demasiadas . Así lo entiende también la Bolsa: la banca cae de media un 12% en el año, cuatro veces más que la media del mercado.