La mayor longevidad puede lastrar la solvencia de las aseguradoras

MENSAJE DEL SUPERVISOR/ La dirección general de Seguros y Pensiones alerta sobre las consecuencias de la mayor esperanza de vida y de la caída de los tipos de interés sobre los compromisos de las entidades.

La mayor esperanza de vida tiene sin duda aspectos positivos, pero puede ser un problema para el sector asegurador, según la dirección general de Seguros y Pensiones. Este departamento del Ministerio de Economía señala en su último informe del sector que “aunque el riesgo de longevidad crece lentamente en el tiempo, puede debilitar la situación de solvencia de las aseguradoras si no es tratado adecuadamente”.

El supervisor afirma que las compañías de seguros de vida deben utilizar “las tablas como un elemento clave en la gestión de su riesgo” y destaca que, según estudios de la OCDE, determinadas tablas no reflejan totalmente la mayor esperanza de vida actual.

Los seguros de vida de renta vitalicia son los más perjudicados por esta tendencia. Estas pólizas aplican un rentabilidad determinada y se comprometen a pagar un importe en contrato hasta el fallecimiento del asegurado.

La compañía determina esta renta a pagar en función de la rentabilidad esperada en la inversión de las prima recibidas y de sus gastos y márgenes. Si la compañía no logra obtener el rendimiento comprometido deberá ponerlo de su bolsillo hasta cumplir su compromiso.

El entorno de bajos tipos de interés, dice el supervisor, “lleva a un incremento del valor actual de las obligaciones y, consecuentemente, a un deterioro de la situación financiera” y en, paralelo, a un “incremento del riesgo de reinversión”, dice el supervisor.

Las carteras de seguros más afectadas por la caída de tipos son las contratadas antes de 1999 que representan el 15% de la provisión total de estos seguros, según el Informe 2017 de Seguros y Pensiones.

Las provisiones del seguro de vida, similares al patrimonio de los planes de pensiones o fondos de inversión, eran de 181.860 millones a finales de junio pasado, según Icea.

El número de aseguradoras al cierre de 2017 era de 224, una cifra que se reduce año tras año y que cae el 40% desde 2000, señala el informe. “Sin embargo es muy superior a las entidades de crédito” que tenían 124 entidades, lo que supone que “hay un 80% más de aseguradoras pese a la tendencia de concentración que vive el sector financiero”.

El supervisor inició el año pasado 27 expediente sancionadores a aseguradoras y mediadores. No cuantifica las inspecciones a gestoras de pensiones, aunque afirma que se han centrado en “el cumplimiento de los plazos de movilización y pago de prestaciones”.

Editorial / Página 2