La Bolsa afronta una semana clave con señales de debilitamiento

EN EL FOCO/ La presentación de los controvertidos presupuestos para 2019 de Italia y España ante la Comisión Europea llega en un entorno complicado por la acumulación de incertidumbres.

Prueba de fuego para los mercados. Después de que la semana pasada los índices estadounidenses corrigieron una media del 4% y los europeos recortaron entre el 3,8% y el 5,36%, la atención de los inversores se dirigirá hoy a la presentación de los Presupuestos para 2019 de España e Italia ante la Comisión Europea (CE).

La decisión del Gobierno populista italiano de aumentar el objetivo del déficit hasta el 2,4% ha generado una formidable controversia entre Roma y Bruselas en las dos últimas semanas, ha provocado ventas importantes de activos del país trasalpino y tiene en vilo a la comunidad inversora. La prima de riesgo de Italia, que mide el diferencial ente el bono italiano y el alemán a diez años, se situó el viernes en 307 puntos básicos, con el rendimiento del bono a diez años, inverso al precio, en el 3,57%, el nivel más alto desde marzo de 2013.

El pacto presupuestario entre el Gobierno socialista y Podemos, que supone un hachazo fiscal de 5.700 millones de euros, tuvo el jueves y el viernes un mala acogida entre los inversores. El Ibex quedó a la zaga en Europa, lastrado por las eléctricas que se perfilan como los grandes daminificados del Presupuesto. La prima de riesgo española se disparó hasta 117 puntos básicos.

Entorno complicado

Esto llega en un entorno complicado para los mercados por la acumulación de frentes de incertidumbre. A la sombra de la guerra comercial entre EEUU y China, la amenaza de naufragio definitivo de las negociaciones sobre el Brexit y las dudas sobre los mercados emergentes por el debilitamiento de sus divisas, se sumó la semana pasada el recorte de las previsiones de crecimiento económico global por parte del FMI, y también de Alemania. Las señales de enfriamiento aparecen en pleno proceso de normalización de las políticas monetarias (más adelantado en EEUU), lo que se refleja en los repuntes de las rentabilidades de los bonos, especialmente de los estadounidenses. El bono a diez años llegó el pasado martes al 3,25%. Este escenario preocupa al mercado.

Wall Street dio un aviso claro la semana pasada, con las bruscas caídas del miércoles y jueves, que desataron las alarmas en la comunidad inversora.

La campaña de resultados del tercer trimestre, que ya ha dado sus primeros pasos en EEUU, calienta motores en Europa y se espera positiva, podría servir para mitigar la inquietud de los inversores. Pero se trata de un catalizador posible para Wall Street y con menor poder para el Viejo Continente, según los expertos.

Estos reconocen que el panorama europeo está bastante más ensombrecido. El desafío presupuestario a Bruselas preocupa seriamente porque resucita las dudas sobre la construcción europea.

Los expertos creen que la presión sobre los activos italianos no desaparecerá fácilmente y seguirá amenazando al resto de mercados europeos. Porque incluso si finalmente el Ejecutivo populista se aviene a mantenerse en la senda de la austeridad presupuestaria, la confianza de los inversores internacionales en Italia está muy deteriorada. El euro, los bonos italianos y el sector bancario europeo, especialmente las entidades más expuestas a la deuda italiana (Sabadell y BBVA, en el caso de la banca española) estarán en el punto de mira.

En España, la subasta de bonos que celebrará el jueves el Tesoro será un buen termómetro para calibrar la posición de los inversores ante el populismo fiscal enarbolado por el Gobierno de Pedro Sánchez.