El BCE ve “un gran riesgo” revertir la reforma del sistema de pensiones

URGEN CAMBIOS ESTRUCTURALES/ La inoperancia podría elevar la ratio de endeudamiento en 50 puntos porcentuales a nivel europeo, con consecuencias mayores para los países más apalancados como España.

El envejecimiento de la población es un tema capital en la economía y abordar la sostenibilidad del sistema de pensiones, un asunto de urgencia. Así lo considera el economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Peter Praet, que recalcó la necesidad de abordar reformas estructurales en esta materia en su discurso en Madrid con motivo de la presentación del nuevo curso de la cátedra de La Caixa Economía y Sociedad.

Praet advirtió del “gran riesgo” que supone mantener sin reformas estructurales el actual sistema de pensiones, especialmente en los países más apalancados, entre los que se encuentra España con su 97% de deuda sobre PIB. “Financiar el déficit de las pensiones con deuda es una estrategia de procrastinación, de posponer los deberes”, criticó el economista. Este año, el Tesoro Público prestará 15.000 millones de euros a la seguridad social para el pago de las pensiones, una cifra que se suma a los casi 10.200 millones previstos el pasado ejercicio.

Entre las propuestas barajadas para hacer sostenible el sistema de pensiones, el economista jefe del BCE puso sobre la mesa ligar la edad de jubilación a la evolución de la esperanza de vida, establecer una suerte de retiro progresivo con trabajos parciales antes de la jubilación definitiva y desarrollar otras vías externas para financiar las pensiones, como el incremento de las cotizaciones o la fijación de impuestos. “La elección de unas u otras vías y con qué intensidad se desarrollen dependerá de cada país y su situación particular”, señaló.

El banquero alemán se mostró también crítico con las acciones que “han llevado a revertir reformas orientadas a mejorar la sostenibilidad de las pensiones”. Praet no se refirió a ninguna medida concreta –pocas veces los banqueros centrales hablan de forma tan directa– pero la alusión hacia la última medida del Gobierno para fijar de nuevo las pensiones a la evolución del IPC era evidente. “Lamentablemente, sigue habiendo presiones para retrasar o incluso deshacer unas reformas estructurales cuya necesidad está ampliamente documentada”, comentó.

Una pesada carga

Según los cálculos que maneja la autoridad monetaria, si no se aborda el gasto adicional de las pensiones, “se creará un efecto de bola de nieve de una magnitud considerable en largo plazo. Los modelos predictivos señalan que los ratios de deuda sobre el PIB se podrían incrementar en alrededor de 50 puntos porcentuales en la zona euro”, sentenció Praet.

Para algunos países, elevar sus ratios de endeudamiento en semejantes magnitudes puede ser bastante negativo, pero para los más apalancados podría ser letal. “Esto podría avivar de nuevo las dudas acerca de la capacidad de algunos países de hacer frente a sus obligaciones, lo que se traduciría en riesgos para el conjunto de la economía”, advirtió.

La respuesta de los gobiernos de la zona euro debe ser enérgica y tempranera, pues el grueso de los problemas llegará antes de lo previsto. Aunque las predicciones que realizan las instituciones en materia de pensiones sitúan el horizonte temporal en 2070, Praet advierte de que la mayor parte de los efectos negativos tendrá lugar mucho antes, en apenas dos décadas.

“La retirada de la generación del baby boom se producirá alrededor del 2040”, advierte el economista jefe del BCE, al tiempo que indica que para entonces el gasto en pensiones podría duplicarse.

Al margen de las reformas para hacer más sostenibles las pensiones públicas, Praet también señaló la necesidad de trabajar en mejoras de la productividad para que los efectos del envejecimiento de la población en el mercado de trabajo sean menores. “Una mayor productividad hace que la carga actual que ya suponen las pensiones sea más asumible”, indicó el banquero alemán.