Londres y Madrid vigilarán la evasión fiscal en Gibraltar

SEGÚN EL ACUERDO DEL BREXIT/ Los gobiernos español y británico plantean un comité conjunto para facilitar el acceso futuro de los trabajadores de La Línea al Peñón.

El acuerdo del Brexit (salida británica de la Unión Europea) contiene un Protocolo especial para determinar las futuras relaciones entre Gibraltar y España, donde se contempla la coordinación entre Madrid y Londres de materias laborales, fiscales, pesqueras, aeroportuarias y policiales que afectan al Peñón.

El documento admite la necesidad de afrontar “cualquier potencial efecto negativo en las cercanas relaciones sociales y económicas entre Gibraltar y sus áreas cercanas, en particular en el territorio de los municipios que conforman la mancomunidad del Campo de Gibraltar en España”. Existe preocupación entre las autoridades españolas porque, tras el Brexit, las restricciones al flujo de trabajadores podría perjudicar a los residentes en La Línea y otras localidades que cada día pasan a trabajar a Gibraltar.

En el Protocolo, ambas partes reconocen “los beneficios del desarrollo económico en la zona que supone el libre movimiento de personas bajo la legislación europea, que seguirá aplicándose durante el periodo transitorio [previsto hasta diciembre de 2020]”.

La idea es seguir facilitando más allá de la transición el actual empleo de esos “trabajadores fronterizos”. Un comité de coordinación formado por España y Reino Unido vigilará “los asuntos relacionados con el empleo y las condiciones laborales”.

Madrid y Londres también establecerán “las formas de coordinación necesarias para lograr total transparencia en asuntos fiscales y en la protección de los intereses financieros de todas las partes, en particular estableciendo un mejor sistema de cooperación contra el fraude, el contrabando y el lavado de dinero, y para resolver conflictos por residencia fiscal”. Además, el Gobierno británico se compromete a que Gibraltar participe en el marco contra la evasión fiscal de la OCDE, y a controlar los cargamentos de tabaco que salen del Peñón.

Otro punto de fricciones habitual ha sido el aeropuerto de Gibraltar, que España considera que se ubica en territorio nacional, vetando su acceso al sistema europeo de cielos abiertos. El protocolo avisa de que ese aeropuerto solo podrá acceder a la legislación europea sobre transporte aéreo cuando lo pacten así Reino Unido y España.

Además, las dos partes constituirán comités para supervisar la actividad pesquera alrededor de Gibraltar y coordinar asuntos policiales y aduaneros.