El Corte Inglés planea reorganizar su plantilla para reforzar las tiendas

REVISA LA ACTIVIDAD DE 10.000 EMPLEADOS/ Ficha a AT Kearney para reducir su carga administrativa y mejorar la eficiencia de su gestión. No hará despidos porque reubicará empleados para reforzar la venta.

El Corte Inglés prepara una gran reorganización de su plantilla. El grupo de grandes almacenes lanzó en verano de 2018 un concurso entre las principales consultoras de Recursos Humanos que terminó en enero con el fichaje de AT Kearney para analizar departamento por departamento y región por región cómo se puede mejorar la eficiencia de la estructura de la compañía en todas aquellas áreas que no se dedican a la venta.

El proyecto Atenea, como se denomina internamente, comenzó en febrero y se extenderá hasta finales de año. Será entonces cuando se analicen las conclusiones obtenidas por la consultora y se tomen decisiones. “Hay la sensación de que el grupo es muy grande en sus áreas de gestión y puede estar duplicando esfuerzos. La intención es que la parte administrativa sea la mínima indispensable para poner más recursos a disposición del cliente”, dicen fuentes conocedoras del proyecto.

Unos 10.000 empleados

El reordenamiento que se está estudiando implica a numerosos departamentos: ventas, compras, márketing, gestión, recursos humanos, logística, escaparatistas... En total, a cerca del 10% de la plantilla de El Corte Inglés, compuesta por 92.000 empleados a cierre de su último ejercicio, y a todos los niveles, por lo que no afecta sólo a los trabajadores sino también a mandos intermedios y directivos.

El análisis comenzó por los servicios centrales del grupo de grandes almacenes, donde trabajan algo más de 4.000 empleados, y ha proseguido por las 11 regiones en las que tiene dividido El Corte Inglés su negocio, ya que cada una tiene sus propios equipos de gestión. En total, su personal bajo revisión en todas estas regiones asciende a unos 5.000 empleados. “Se trata de una reordenación, pero no de una reestructuración o reducción de personal porque no hay intención de realizar despidos”, señalan las mismas fuentes.

El análisis se está centrando en dos aspectos. Por un lado, en los procedimientos o formas de trabajar de los departamentos para buscar una mayor eficiencia en su día a día y evitar tareas repetitivas como, por ejemplo, que áreas distintas hagan informes o análisis similares. Además, se estudiará qué parte de la plantilla bajo revisión puede salir de las oficinas y pasar a las tiendas, tanto a las físicas como a la digital.

“Supondrá una necesidad de formación, pero no se prevé que los cambios de departamento afecten a demasiada gente. Además, se hará un análisis de cada caso para poder mover a aquellas personas a las que les pueda interesar, ya que en la tienda se cobran incentivos y puede haber más posibilidades de desarrollo de una carrera profesional”, indican fuentes cercanas al proceso. Si algún empleado se niega al cambio propuesto, se valoraría mantenerlo en su actual ubicación o alcanzar una salida pactada, aunque serán casos aislados, ya que el grupo pondrá mucho cuidado en que el proceso no le suponga ningún coste reputacional.

Aunque El Corte Inglés y AT Kearney están celebrando reuniones prácticamente todas las semanas para analizar la evolución del proceso, los cambios serán paulatinos a partir de final de año, una vez que se reciban las conclusiones de la consultora y El Corte Inglés valore qué recomendaciones se pueden implementar y cuáles no.

Por el momento, los primeros informes arrojan una necesidad de invertir más en tecnología para mejorar la gestión, la reducción de redundancias, la propuesta de sinergias entre departamentos y la ruptura de la organización en compartimentos estancos para generar más vasos comunicantes entre ellos.

La Llave / Página 2