Decisión salomónica de Santander y Allianz

La banca española ha pagado 4.200 millones a distintas aseguradoras multinacionales por la ruptura unilateral de distintos acuerdos de exclusividad en bancaseguros que resultaron de los muchos procesos de consolidación sectorial ocurridos, tanto de las antiguas cajas de ahorros como de otras situaciones como la de Banco Popular. Con el acuerdo anunciado ayer entre Santander y Allianz por 936,5 millones –que marca el importe más alto hasta la fecha en este tipo de divorcios– la factura total excede los 5.000 millones, y vindica ese viejo principio del derecho romano de que pacta sunt servanda (los pactos son para ser cumplidos), lo que significa que en caso de incumplimiento hay que pagar. Para Banco Santander era imposible mantener los acuerdos de Allianz con el extinto Banco Popular, fusionado legalmente con Santander en septiembre de 2018, y cuya red ya se ha integrado con la de Santander. La distancia económica entre las partes era importante: Allianz reclamaba 1.500 millones y Santander valoraba la ruptura en 500 millones. Ante esta discrepancia, adelantada por EXPANSIÓN, las partes recurrieron a la valoración de un experto independiente, según el mecanismo previsto en el acuerdo entre Allianz y Popular. El resultado de todo es que después de meses de tira y afloja, las partes se han encontrado casi a mitad de camino. Santander reorganizó su negocio de seguros en 2018 con la ampliación de su pacto con la holandesa Aegon, firmado inicialmente en 2012. Ahora Santander cederá a Aegon parte del negocio comprado a Allianz (seguros de vida riesgo), que se trasladará a la sociedad conjunta que tienen el banco y la aseguradora holandesa, que distribuye sus productos en la red de Santander. Para ello, Aegon pagará 295 millones. Con este acuerdo, Santander se deja 8 puntos básicos de capital de máxima categoría CET1 FL, pero espera una contribución ligeramente positiva al beneficio por acción y una rentabilidad sobre el capital invertido superior al 10%.