De toda la vida se ha considerado la inversión en bancos como un activo de muy bajo riesgo. Subían, bajaban, pero volvían a subir. No había una cartera que se preciara que no tuviese un buen porcentaje de ella invertido en alguna, o varias, entidades financieras cotizadas. Esta búsqueda de la seguridad se ha transmitido de generación en generación de inversores y aún hoy, en cuanto los bancos inician una corrección, el dinero acude a ellos como las moscas a la miel. De nada vale repetir hasta la saciedad que cuando un valor está bajando hay que dejarle que baje sin intentar acertar con el fondo.

En cuanto a inversión segura, bueno..., que se lo pregunten a los accionistas de Popular. Y si nos remontamos un poco en la historia hay que acordarse de los accionistas del Banco de Alicante, fagocitado por Argentaria. Aunque fue mucho más sangrante el caso del BEX (Banco Exterior de España).¡Qué ridículo más espantoso hizo un servidor al aconsejar a los inversores mantener el valor en cartera, porque eso era como renta fija. Y tan fija. Tiraron abajo la cotización. Lo mantuvieron por los suelos, no recuerdo cuántos meses, y al cambio medio del último semestre Argentaria le hizo una opa de exclusión. Vamos, un atraco a mano armada. Fue la primera vez, aunque no la última, que el presidente de una cotizada ha pedido mi cabeza, en este caso, por haber publicado que le habían robado la cartera a los accionistas. Pero esto es normal. A todos los empresarios les parece maravilloso que digas que van a subir hasta el infinito, aunque ellos sepan que es imposible. Ahora bien, decir a los inversores que va a bajar, que aplacen compras, o que vendan, pues como que no les gusta mucho, por no decir nada.

Que el accionista es el tonto útil se ha dicho siempre, pero por si había alguna duda, lo dejó muy claro Ana Botín cuando en enero de 2015 hizo una ampliación de capital de 7.500 millones de euros, por el procedimiento de colocación acelerada entre inversores institucionales, con un descuento del 9,91%, privando a los accionistas del derecho de suscripción preferente. La acción se desplomó el 15,8%.

¿No hay que fiarse de los bancos? No hay que fiarse de nadie. El inversor que aprecie su dinero debe ser con la Bolsa un novio infiel. Decía Kostolany que no hay que encariñarse con los valores como si fueran hijos tuyos. Si lo haces, te costarán dinero.

Aunque no son los bancos del Ibex los valores destacados de la semana, hemos optado por analizarlos a todos, ya que el inversor que haya comprado acciones de cualquiera de ellos, a partir del uno de mayo, hoy está en pérdidas. Los nervios están a flor de piel e intentamos dar unas pautas de comportamiento. Las mismas que nos han permitido sobrevivir a cuarenta años como pequeño inversor, gestor y analista bursátil.

Recuerde que las fases bajistas terminan el día en el que acaban. No intente rebajar el coste de adquisición comprando más, porque sería reincidir en el error. Cosa distinta es formar cartera a la baja; es decir, ir comprando pequeñas partidas en cada intento de repunte. Pero sin gastar toda la munición, para comprar las últimas cuando ya esté en fase alcista definida.

El atraco de la semana corre a cargo de HSBC (The Hong Kong and Shanghai Banking Corporation). El 3 de mayo sus analistas recomendaron comprar Fluidra con objetivo en 15 euros. Hicieron subir la cotización más del 20% y ahí hacen una colocación acelerada de un 4% que vende Zodiac, su principal accionista. Del palo puede costarle meses recuperarse, al margen de que han dejado el valor tocado del ala y con la duda de si los señores de Zodiac, que aún sigue siendo el principal accionista, aprovecharán los repuntes al alza para seguir vendiendo.