La división española de la Asociación Europea de Asesores Financieros, EFPA, espera superar los 38.000 asesores financieros asociados en 2021.
Se trata de 6.000 miembros más de los que tiene ahora, según aseguró ayer su nuevo presidente, Santiago Satrústegui, durante la presentación de su plan de crecimiento para 2019-2021.
Desde la aplicación de Mifid II, EFPA ha aumentado sus miembros certificados en más de un 20% y ya cuenta con alianzas con más de 70 entidades nacionales e internacionales.
El nuevo presidente cree que estos resultados avalan que la aplicación de la directiva europea les ha dado la razón cuando reivindicaban una mayor “exigencia en la formación, mayores estándares de calidad y formación continua para asegurar el mejor servicio al cliente”.
Sobre Mifid II, el delegado de EFPA España, Josep Soler reconoció que aunque creían “que algún tipo de entidades iba a tener problemas de supervivencia, el sector se mantiene con una estructura muy parecida a la anterior a la ley”.
Para él, uno de los temas más relevantes de Mifid II pasa por conocer si los clientes estarán dispuestos a pagar explícitamente por la prestación del servicio de asesoramiento. Según la última encuesta de EFPA, seis de cada diez aseguran que sí pagarán, aunque solo si pueden reconocer el valor añadido aportado. De ahí que “los asesores deben trabajar para que su labor sea concebida como relevante”.
EFPA cree que las exigencias de formación incorporadas en la directiva serán replanteadas [al alza] en la revisión que el supervisor euroepeo, ESMA, llevará a cabo en marzo del año que viene.