Moody’s avisa a Sánchez: bajará el ráting si revierte la reforma laboral

RIESGOS AL ALZA/ La agencia de ráting advierte de que “una amplia reversión de las reformas, sobre todo la del mercado laboral o de las pensiones, ejercerá presión a la baja en el ráting de España”.

España vuelve a estar bajo la lupa de agencias de ráting: Una posible rebaja de la calificación crediticia sobrevuela la deuda soberana, todo dependerá de los próximos pasos del futuro Gobierno.

Moody’s avisó ayer de una rebaja del ráting de España si el Gobierno deroga la reforma laboral o la de las pensiones. En su programa electoral, la formación del actual presidente en funciones, Pedro Sánchez, promete derogar los aspectos más lesivos de estas reformas, aunque no completamente. Ello dependerá, no obstante, de los acuerdos a los que llegue con otras formaciones que sí podrían presionarle para revertirlas.

La clave, por tanto, será en qué grado mete mano el nuevo gobierno en las reformas pasadas: “Una amplia reversión de las reformas–particularmente la reforma del mercado laboral o de las pensiones– implementadas en los últimos años, podría ejercer presión a la baja en el ráting de España”, asegura la agencia en su informe anual para el Gobierno de España, publicado ayer.

A pesar de los riesgos, Moody’s reconoce que la economía española ha mostrado más capacidad de resistencia de la que la agencia misma preveía. Por ello, avanza que mejorará la calificación si “España continúa creciendo a tasas robustas”, incluso con la ralentización europea.

Moody’s considera que España disfruta de una recuperación económica “fuerte” con una creación de empleo que ha corregido muchos desequilibrios. Pero sigue habiendo retos en el horizonte, como la alta temporalidad en el empleo, la baja productividad o la elevada deuda.

Desde 2015, coincidiendo con el fin del bipartidismo y el inicio de la inestabilidad política por la fragmentación parlamentaria, Moody’s detecta una “significante desaceleración en el ímpetu reformista”. “Los sucesivos gobiernos minoritarios y frecuentes elecciones han complicado el diseño de políticas”. Si, por el contrario, España continúa la consolidación fiscal, “poniendo el foco en la implementación de reformas estructurales”, la agencia podría subir la calificación de España, actualmente en Baa1, con una previsión estable.

Moody’s elogia particularmente las reformas del sistema de pensiones que se aprobaron en 2011 y 2013 con el anterior Gobierno, ya que, apunta, mejoraron la sostenibilidad del mismo. “Las reformas de pensiones implementadas desde la crisis han tenido un papel determinante en nuestra visión positiva del crédito de España”, avanzó la agencia en un documento publicado en diciembre.

La decisión de retrasar importantes aspectos de esta medida, como la incorporación en el cálculo del Factor de Sostenibilidad, que retrasaría la edad de jubilación para situarla en consonancia con el aumento de la esperanza de vida; o la indexación de las pensiones con la inflación, son iniciativas “que van en contra de los esfuerzos para asegurar la sostenibilidad del sistema de las pensiones”, advierte Moody’s, que ve en el rápido envejecimiento demográfico el detonante de un colapso del sistema.

La reforma laboral implementada en 2012 por el Ejecutivo del expresidente Mariano Rajoy también supuso un balón de oxígeno para la economía en un momento de vacas flacas. España ganó en competitividad respecto al resto de socios comunitarios, lo que se vió reflejado en un descenso del paro y el despegue de las exportaciones, que encadenan ya ocho récords consecutivos. Lo hizo, eso sí, a costa de la devaluación del coste laboral, algo que empieza a lastrar el poder adquisitivo de los hogares por el estancamiento de salarios. Respecto a la subida del Salario Mínimo Interprofesional, la agencia se sumó ayer a los organismos que “no ven signos de un impacto negativo”, aunque explica que probablemente sea demasiado pronto para comprobar el impacto.

Una debilidad ante ‘shocks’

Otro factor que mantiene atentos a los expertos es el elevado déficit estructural de la economía española. “España presenta el mayor déficit estructural de la eurozona, lo que hace que las finanzas públicas sean particularmente vulnerables ante la próxima desaceleración”, advierte Moody’s.

Se trata de una debilidad sobre la que también alertó ayer el Banco de España en su documento La política fiscal en España en el marco de la gobernanza presupuestaria europea. La Comisión Europea recomienda que el déficit estructural, situado en el 2% del PIB, se reduzca 0,65 puntos porcentuales en 2019 y 2020, por lo que el crecimiento del gasto público debe ser el 0,6% este año y el 0,9% el que viene. Pero en la Actualización del Programa de Estabilidad 2019-2022 que remitió el Gobierno a Bruselas en abril, el déficit estructural no sólo no se reduce, sino que empeora un 0,2% del PIB este año.

Editorial / Página 2