CaixaBank y Sabadell han copado la mayor parte de las devoluciones anticipadas de las líneas de liquidez extraordinarias que Banco Central Europeo (BCE) puso a disposición del sector para estimular la concesión de crédito (a través de su programa TLTRO II). En su conjunto, el sector bancario europeo devolvió ayer 25.900 millones, de los que 13.400 corresponden a CaixaBank. Sabadell, por su parte, amortizó 5.000 millones. Entre ambos bancos suman 18.400 millones, un 71% del importe total restituido al BCE. El resto de entidades españolas no ha acudido.
Con este movimiento, Sabadell reduce su exposición a la financiación del BCE desde los 20.500 millones a los 15.500 millones. La entidad que preside Josep Oliu contaba con el segundo mayor porcentaje de recursos procedentes de la autoridad monetaria de todo el sector financiero español en relación a sus activos totales, con un 9,4%, sólo trás Cajamar (11,9%).
Por su parte, CaixaBank captó 28.183 millones de euros del programa TLTRO II del BCE, aunque la exposición relativa al valor de sus activos es inferior, del 7,26%. Ahora, tras la devolución, mantiene una posición de 14.783 millones de euros.
Cuatro subastas
Las inyecciones del BCE se materializaron en cuatro subastas celebradas a lo largo de 2016 y 2017 en las que la banca podía solicitar recursos a cuatro años con condiciones extraordinarias. Si lograban prestar ese dinero a la economía real (no computaban los préstamos concedidos a empresas fuera del territorio europeo ni los préstamos hipotecarios), las entidades podían optar a un tipo de interés del –0,4%, es decir, a que el BCE les pagase. Nunca, ni siquiera ahora con el anuncio de la nueva ronda de concesiones de liquidez (TLTRO III) que comenzará en septiembre, se han obtenido condiciones tan atractivas.
Estos préstamos resultan positivos para el balance de la banca, pero hay entidades que prefieren devolver anticipadamente esta liquidez porque, según los expertos, ahora se prevé que baje la tasa de depósito (lo que el BCE cobra a las entidades por dejar su dinero aparcado en Fráncfort) al -0,5% y es especialmente importante optimizar la liquidez disponible, pues los excesos estarán más penalizados que nunca. Fuentes financieras señalan que CaixaBank y Sabadell contaban con más liquidez de la necesaria, lo que ha convencido a ambos bancos de ir avanzando en la devolución de estas ayudas, cuya fecha límite de amortización va junio de 2020 a marzo de 2021.
A ello se le suma el hecho de que, desde junio de este año, la liquidez solicitada al BCE ya no es tan interesante en términos de su impacto sobre una de las ratios regulatorias más importantes: la financiación estable neta (NSFR). Este indicador sobre la salud de las entidades deja de contabilizar los recursos cuando queda medio año para su vencimiento y computa al 50% los que tienen que amortizarse en un año.
Aunque las ventanas de amortización anticipada de las inyecciones del BCE se han abierto cada trimestre desde junio de 2017, hasta esta misma semana las entidades europeas tan sólo habían devuelto 21.214 millones de euros sumando todas aquellas oportunidades; es decir, menos de lo que han devuelto ahora de una única tacada.
Nuevas inyecciones
Fuentes financieras aseguran que, tras el anuncio de la nueva TLTRO III, las entidades pueden tener incentivos para devolver los viejos préstamos para hacer hueco al nuevo dinero del BCE. En los cálculos de los recursos que se pueden captar se cuenta lo pedido en el anterior programa. La banca española pidió al organismo unos 170.000 millones lo que reduce a 23.000 millones lo que puede solicitar en el nuevo programa.
Los nuevos préstamos a la banca tienen vencimiento a dos años y el tipo de interés más favorable que pueden obtener es el de la tasa de depósito más 10 puntos básicos, ahora el –0,3%.