Philip Lane, el nuevo economista jefe del BCE, se enfrentaba ayer a su primera aparición pública con un discurso muy técnico árido, pero de gran contenido monetario para el mercado ante sus compañeros del Banco de Finandia. El banquero se propuso demostrar la eficacia de los estímulos no convencionales puestos en marcha por el BCE y fue incluso más allá.
Lane recalcó hasta en ocho ocasiones que las herramientas no convencionales funcionan mejor cuando se articulan como un “paquete”, es decir, todas a la vez. A su juicio, se pueden aprovechar “complementariedades significativas entre los instrumentos”.
Según varios expertos en la materia, esta insistencia implica una predisposición por parte del BCE de articular de nuevo todos los estímulos al mismo tiempo.
Teniendo en cuenta que para septiembre se prevén tipos todavía más negativos y que se pondrán en marcha las nuevas inyecciones de liquidez, las probabilidades de un reinicio de los programas de compras de deuda ese mismo mes se han elevado considerablemente.