El crédito al consumo sigue al alza, pero ralentiza su ritmo de crecimiento

El negocio de la financiación al consumo sigue siendo una palanca clave que está tirando de los resultados de la banca, aunque ha bajado ligeramente el ritmo. La financiación viva, la concedida que todavía no ha sido amortizada, está aumentando a tasas del 4,7%, según las cifras de mayo, las últimas disponibles. Doce meses atrás, el nivel de crecimiento era del 6,2%.

La nueva producción de crédito al consumo sí que sigue disparada. Los dos últimos años ha crecido al 17% y al 16%, respectivamente. Dentro de la gran banca, Santander, Bankinter y Bankia registraron incrementos de actividad en el primer trimestre de 2019 superiores al 10%.

Se trata de una actividad que cobra tipos de interés hasta cuatro veces superiores al de las hipotecas. El tipo TAE (incluidas comisiones) aplicado el año pasado fue del 8,31%. En este negocio, las alianzas de los bancos con grandes superficies y cadenas de gran consumo, como MediaMarkt o Fnac, son esenciales, porque son las que aportan volumen. En términos de nuevos créditos, la financiación para compra de electrodomésticos y automóviles, más el dinero que mueven las tarjetas revolving (pago aplazado) ya supera la actividad hipotecaria. La morosidad ha aumentado. El año pasado cerró en el 5,2%.