En un mundo de rentabilidades en negativo, los depósitos bancarios se están convirtiendo en un refugio para la liquidez de las familias y empresas. Los hogares españoles atesoran 822.700 millones en el producto de ahorro más tradicional, según los últimos datos disponibles del Banco de España correspondientes a mayo. Se trata de la cifra más alta de la serie histórica que arranca en 1990.
Los depósitos de las familias llevan seis meses consecutivos rompiendo máximos históricos. En tasa interanual, el crecimiento se ha acelerado progresivamente desde un crecimiento del 4,1% en diciembre al 6,1% en mayo. El acelerón en este tipo de ahorro tradicional es más notorio en cifras absolutas. Los bancos han captado 3.600 millones de euros en el último mes y 47.300 millones de euros en el último año.
Una tendencia que contrasta con el poco atractivo de este tipo de productos: la rentabilidad media que pagan las entidades a los hogares por sus ahorros está anclada en el 0,05% desde agosto del año pasado. Y con visos de obtener menores tipos por la vuelta de tuerca que prepara el Banco Central Europeo (BCE) a su política monetaria ultraexpansiva.
José Luis Martínez Campuzano, el portavoz de la patronal de la Asociación Española de Banca (AEB), esgrime tres razones para explicar la evolución de los depósitos: la confianza, la seguridad y la rentabilidad negativa en la deuda pública.
Impedimentos
De hecho, más de la mitad de la deuda pública de la zona euro ofrece rentabilidades inferiores al 0%. También hay que tener en cuenta que los minoristas tienen impedimentos para invertir en deuda pública negativa emitida en el mercado primario para evitarles pérdidas. Coincide que también otra de las alternativas a los depósitos, como son los fondos de inversión, sufrieron en el semestre una salida de 360 millones en medio de la incertidumbre que rodea a los mercados.
Los niveles máximos en depósitos de las familias chocan con la caída de la tasa de ahorro de los hogares, que cerró 2018 en mínimos históricos. El ahorro, medido sobre la renta disponible y el consumo, está en el 4,9%.
Las empresas, por su parte, tienen 253.000 millones en depósitos, según los últimos datos correspondientes a mayo. Un 6% más en tasa internanual y la segunda cifra más alta de la historia. El máximo se alcanzó en marzo, cuando sumaron 259.300 millones, pero en abril cayeron en 11.800 millones.
Entre familias y empresas tienen 1,07 billones de euros en depósitos, una cifra también en niveles máximos. El peso de los hogares sigue creciendo y suponen ya un 57,2% del total. Desde marzo el BCE cobra a las entidades de 2016 un 0,40% por el excedente de liquidez que no utilizan para dar préstamos.