La estación de Chamartín (Madrid) va a ser uno de los nodos de transporte clave en la reconfiguración del mapa ferroviario español a partir de diciembre de 2020, con la ruptura del monopolio de Renfe en el transporte de viajeros de AVE y larga distancia. Por esta razón, Adif ha acelerado el lanzamiento de los pliegos de licitación de remodelación de la instalación que, según la presidenta de la empresa estatal, Isabel Pardo, está previsto para octubre, con un presupuesto global de 960 millones de euros.
Esta obra, junto a la construcción de la nueva estación pasante de Atocha, servirá para descongestionar el incremento de los tráficos previstos con la entrada de nuevos competidores. Adif prevé “máxima concurrencia” de ofertas, indicó ayer Isabel Pardo en un encuentro para detallar los pasos que está dando Adif de cara al proceso de apertura del mercado. “Las expectativas son tremendas porque las infraestructuras están infrautilizadas y no se está dando el mejor de los servicios”, incidió la alto cargo del Ministerio de Fomento.
La remodelación de la estación del norte de Madrid figura entre las obras estrella que, inicialmente, se pagarán con las plusvalías generadas por el proyecto Madrid Nuevo Norte –antigua operación Chamartín–, recientemente aprobada por el Ayuntamiento de Madrid y que está a expensas de la última autorización por parte del Gobierno regional, aún en funciones.
Por la cesión de suelo ferroviario para la construcción de viviendas y oficinas, Adif recibirá de Distrito Castellana Norte (DCN), la promotora de la operación urbanística más grande de Europa, 1.250 millones de euros distribuidos en varios años.
Esos fondos son los que se emplearán para sufragar las obras ya iniciadas en el ámbito de las cercanías. Según Adif, la elaboración de los pliegos depende, entre otros factores, de la forma jurídica que Adif y DCN tendrán que dar al contrato para emprender la remodelación.
La mejora de los accesos del AVE a Madrid para dar cabida a los nuevos operadores se completará con la construcción de la nueva estación pasante de Atocha, en las inmediaciones de la calle Méndez Álvaro, otra licitación pendiente con un presupuesto de unos 400 millones de euros. Las dos iniciativas, junto con las obras más avanzadas del túnel hacia Chamartín, servirán para descongestionar Atocha, saturada y sin espacio para atender trenes de las nuevas compañías. Isabel Pardo indicó ayer que Chamartín, por ejemplo, atenderá los tráficos con Levante que actualmente se prestan desde Atocha.
“Las obras de remodelación de Chamartín se realizarán con o sin la financiación del proyecto Madrid Nuevo Norte”, apuntan desde el gestor público, que discute con Fomento un horizonte de aportaciones públicas para los próximos cinco años con la firma de un contrato-programa al que hay que dotar de recursos que se estiman en unos 15.000 millones de euros, entre ferrocarril convencional y alta velocidad.
Adif necesita emprender esta obras porque se ha comprometido a incrementar la capacidad actual de la red un 65%. El reparto de ese espacio ferroviario se preadjudicará en diciembre con la presentación de ofertas por parte de los grupos interesados antes del 31 de octubre. Adif espera que, como mínimo , haya tres competidores a partir de 2021, incluido Renfe. El operador público es el candidato a llevarse el denominado paquete A, uno de los tres lotes diseñados por Adif en función del número de servicios en cada unas de las tres redes principales de alta velocidad trazadas (Madrid-Barcelona; Madrid-Levante; y Madrid-Andalucía).
Compañías como la francesa SNCF, Ilsa (Acciona y Air Nostrum), Italo, Trenitalia, Talgo, Globalia y Flixtrain, entre otros, figuran entre las empresas con las que Adif ha intercambiado información de cara al reparto de surcos que realizará a final de año: “También hay fondos de infraestructuras que han preguntado por el modelo”. En Adif calculan que, en marzo del año que viene, estén seleccionados definitivamente los nuevos operadores. En caso de sobredemanda, el principal criterio de reparto será el uso más intensivo de la red.
Adif reiteró ayer que Renfe solo podrá presentarse con una oferta, por lo que su plan de diversificar hacia el low cost deberá integrarse dentro del denominado paquete A.
Pardo está convencida del éxito de la reforma sectorial que servirá para bascular los tráficos que ahora se hacen por carretera y avión al tren. “El avión resulta hostil para determinados tramos de edad y el tren es el medio medioambientalmente más sostenible”, defendió. La deuda de Adif en alta velocidad se aproxima a los 19.000 millones y necesita mejorar sus ingresos para garantizar su viabilidad.
La Llave / Página 2