El BCE pide a la banca un esfuerzo más para reducir sus costes

La banca europea tiene una enfermedad: su baja rentabilidad. Ese es el diagnóstico de su médico de cabecera, Andrea Enria, el presidente del consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE). El banquero italiano destaca que los bancos deben centrar sus esfuerzos en mejorar la eficiencia de sus costes, superiores a los de sus comparables tanto en los países nórdicos como en EEUU.

Además, sugiere que deben replantear su modelo de negocio a aquello que genere valor y avanzar en la digitalización. “Frenar la limpieza de sus balances o en limitar la imposición de la nueva regulación no ayudaría y sólo haría a los bancos más vulnerables ante la llegada de la próxima crisis”, indica.

En el terreno de la gestión de las carteras de activos heredados de las crisis financieras, eso sí, el presidente del consejo de Supervisión celebra el trabajo realizado por gran parte de las entidades y sostiene que ayuda a mejorar su rentabilidad y que los anuncios en esta línea han sido celebrados por el mercado. Esto es visto como un nuevo incentivo para que los bancos sigan en esta línea y vayan deshaciéndose del lastre que todavía pesa en sus balances.

Regulación

La banca europea se ha quejado amargamente de que los tipos de interés y la excesiva regulación han hecho mella en su rentabilidad. Enria, sin embargo, es contrario a este diagnóstico y asegura que “los estándares internacionales de regulación [entre los que se incluye la mencionada Basilea III] se han aplicado, y en ocasiones incluso de forma más severa, también en países en los que los bancos gozan de mejores niveles de rentabilidad. “Si acaso, puede haber sido negativo para la rentabilidad el hecho de que Europa haya optado por un periodo largo de transición para estos nuevos requerimientos”, sostiene Enria.

Pese a todo, el responsable de la supervisión del sector financiero en Europa aseguró ayer que, una vez que los bancos hayan hecho los deberes, “no se esperan mayores requerimientos de capital”. “Es el paso final”, aseguró el banquero italiano.

La banca europea se enfrenta todavía, según el supervisor, a la necesidad de recuperar la credibilidad en sus valoraciones de los activos ponderados por riesgo, así como a someter sus modelos internos a la lupa del BCE y, además, a implementar la última fase de Basilea III.

Enria asegura que tampoco los bajos tipos de interés son el eje de todos los males para el sector financiero a ojos delpresidente del consejo de Supervisión. La institución que lidera Mario Draghi bajó la tasa de depósito al -0,5% el pasado jueves pero, según sostiene Enria, la política monetaria expansiva genera externalidades positivas como “mantener bajo el nivel de impagos, permitir la recuperación de las carteras de préstamos morosos y elevar los volúmenes de crédito”.