Kutxabank abre la puerta de la deuda no preferente a la banca pequeña

La rueda de la deuda anticrisis sigue girando y ya alcanza a los bancos de menor tamaño. Kutxabank se ha convertido en la primera entidad pequeña que se atreve en España a acudir al mercado para emitir deuda sénior no preferente, el tipo de bonos que estrenó Santander en 2017 y que destaca por su capacidad de absorber pérdidas en caso de que la entidad en cuestión pase por un mal momento. A cambio, eso sí, debe ofrecer a los inversores un interés adicional, por lo que es más cara que la deuda tradicional.

Para su debut, Kutxabank ha optado por colocar 500 millones a cinco años. El precio se ha fijado en 100 puntos básicos sobre el midswap, que sirve como referencia para las emisiones de renta fija denominadas en euros. Esto se ha traducido en una rentabilidad a vencimiento del 0,5% anual.

Fuentes financieras aseguran que el apetito de los inversores por esta deuda fue destacado, con órdenes que superaron los 2.000 millones de euros. Esto supone una sobredemanda de más de cuatro veces la cantidad adjudicada. Para llevar a buen puerto la colocación, la entidad ha contratado a Barclays, BBVA, Crédit Agricole, Natixis y Santander.

Se abre la veda

Éste es el primer año en el que los bancos españoles se están sumando a la colocación de este tipo de deuda, que se había convertido en coto exclusivo de Santander, BBVA y CaixaBank. Sabadell y Bankia debutaron recientemente en la deuda sénior no preferente, exigida por la Junta Única de Resolución, junto a los bonos contingentes convertibles (CoCos) y la deuda subordinada, para la construcción de su colchón anticrisis. El objetivo detrás de esta protección requerida a las entidades es que puedan volatilizar esta deuda y rescatarse a sí mismas para evitar, o limitar, el uso de dinero público.

“El banco cuenta con uno de los requerimientos menos exigentes de todo el sistema financiero, a causa de su óptimo perfil de riesgo, liquidez, solvencia y capacidad financiera”. A cierre del primer semestre, la ratio de solvencia de la entidad se situaba en el 16,2%.