Los bancos europeos descartan la inyección de liquidez del BCE

COLOCA 3.400 MILLONES / Sólo 28 bancos en Europa han pedido recursos a la autoridad monetaria

pese a las condiciones extraordinarias de la financiación. Los españoles prevén acudir en diciembre.

Tiro errado del Banco Central Europeo (BCE) en la primera subasta de liquidez extraordinaria. La autoridad monetaria arrancaba ayer su nuevo programa de préstamos a largo plazo para la banca (TLTRO III), pero la cita no salió según las previsiones.

La institución europea recibió órdenes por 3.400 millones de euros, una cantidad que los expertos han calificado de “inesperadamente débil”, frente a unos pronósticos que se acercaban incluso a los 100.000 millones de euros. Sólo 28 bancos solicitaron recursos a la institución europea, frente a la media de 360 entidades que acudieron, de media, a las cuatro subastas del anterior programa (TLTRO II). Como ha adelantado EXPANSIÓN, los bancos españoles renunciaron en bloque pedir liquidez al BCE.

La operación de la institución con sede en Fráncfort se salda, en lugar de con un estímulo, como fue anunciado el pasado jueves en la última cumbre de política monetaria, con un drenaje de liquidez. La semana pasada los bancos comunicaron su deseo de amortizar anticipadamente casi 32.000 millones de euros que tomaron en el marco del anterior programa, lo que teniendo en cuenta el bajo volumen de nuevos recursos, deja al mercado con un saldo negativo de más de 28.000 millones de euros.

“No estamos seguros de que este fuera el plan del BCE”, indica Frederik Ducrozet, economista de Pictet WM, que sostiene que podría ser un resultado de “difícil digestión para los mercados”.

El bajo volumen de órdenes se ha producido incluso pese a las condiciones “extraordinarias” que ofrece el BCE. Pidiendo prestado a la institución europea en el marco de este nuevo programa, las entidades optan a un préstamo a tres años con tipo al 0% que, sin embargo, se puede convertir en un -0,5% si cumplen ciertas condiciones. Para optar a esa bonificación, las entidades deben aumentar el volumen de préstamos concedidos a la economía real, es decir, a las empresas y las familias de la zona euro. Con ello, los bancos pueden ganar dinero por pedir prestado y mitigar los efectos de los tipos bajos en sus márgenes.

Cuestión de calendario

¿Cuál ha sido el problema entonces de la subasta? El calendario. Los bancos adelantaron la cifra de devoluciones de la TLTRO II sin saber que las condiciones de la TLTRO III serían notablemente más ventajosas. No sabían, por ello, que se abriría un escenario donde sería atractivo tener mayores necesidades de financiación, por lo que las entidades planificaron unas amortizaciones que apenas redujeron los altos niveles de liquidez que poseían.

Además, junto con la mejora de las condiciones de las inyecciones de liquidez, el BCE anunció la entrada en vigor de un sistema de tasa de depósito escalonada (conocido como tiering). Bajo este régimen, se exime de penalización las reservas depositadas en Fráncfort que estén por debajo de las seis veces el requerimiento obligatorio. La exención se aplica a partir del 30 de octubre, lo que explica la reticencia de la banca a tomar nuevos recursos y aumentar su exceso de liquidez. En vez de pagar por tener el dinero aparcado en Fráncfort ahora, se pueden esperar a que el nuevo sistema entre en vigor para quedarse con los efectos positivos del programa.

Que esta subasta haya quedado casi desierta no quiere decir que en el futuro vaya a seguir ocurriendo. El BCE abordará nuevas inyecciones de liquidez cada tres meses hasta 2021, un total de seis, que se suman a la de hoy. Los bancos españoles miran a la que se celebrará en diciembre, fecha en la que, conociendo de antemano las condiciones y con el escalonamiento de la tasa de depósito ya funcionando, esperan lanzar sus mayores órdenes. El mismo pensamiento, según los expertos, ocupa al resto de bancos, especialmente a los de la periferia.

El sector, además, señala que acudirá a las subastas del BCE de forma escalonada con el objetivo de alargar lo máximo posible la financiación en condiciones extraordinarias. Al tratarse de préstamos a tres años, los bancos que adquieran fondos del BCE en 2021 podrán extender su disponibilidad de liquidez hasta bien entrado 2024.