Draghi: “Los tipos pueden bajar más si es necesario”

ÚLTIMA COMPARECENCIA ANTE EL PARLAMENTO EUROPEO / El presidente del BCE pide a los europarlamentarios que garanticen la independencia de la autoridad monetaria.

Andrés Stumpf. Madrid

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), comparecía por última vez ante la comisión de asuntos económicos y monetarios del Parlamento Europeo (ECON, por sus siglas en inglés) tras sus ocho años de mandato al frente de la autoridad monetaria, que llegan a su fin el próximo 31 de octubre. El banquero italiano, que cogió las riendas de la institución en plena crisis de deuda soberana en Europa, deja su cargo a Christine Lagarde con peor sabor de boca del que esperaba tener por estas fechas.

La desaceleración económica ha impactado en la zona euro y, según la visión que mantiene Draghi “no hay señales convincentes de un rebote en el crecimiento en el futuro cercano”. Pero que la situación haya empeorado no quiere decir que haya menguado lo más mínimo su disposición de actuar para revertirla. “Seguimos preparados para ajustar todos nuestros instrumentos”, indicó.

Ante el Parlamento Europeo, Draghi recordó que el comunicado que el BCE realizó el pasado 12 de septiembre en su última reunión de política monetaria (y en la que redujo la tasa de depósito del -0,4% al -0,5%) indica que “los tipos pueden bajar más si es necesario”. Además de la rebaja de la tasa de depósito, el BCE también anunció en esa misma cumbre el reinicio del progama de compras de deuda a partir de noviembre, compensar a los bancos por los tipos negativos y mejorar las condiciones de las inyecciones de liquidez.

También en línea con sus últimas comparecencias, el banquero italiano reclamó la necesidad de que la política fiscal juegue un papel más relevante a la hora de estimular la economía tras el largo periodo de tipos bajos. De hecho, recordó a los allí presentes que la falta de apoyo desde la política fiscal fue uno de los motivos por los que la zona euro tardó más en recuperarse de la crisis. “Es evidente que otros países tuvieron una mejor respuesta” a la recesión, “gracias a las acciones más decisivas en el terreno de la política fiscal y financiera”.

Draghi tiró así de hemeroteca para mostrar a los europarlamentarios que la reacción es mejor si se hace de forma coordinada. Pero que las instituciones trabajen juntas no quiere decir que deban depender unas de otras.“Gracias a su independencia, el BCE ha sido capaz de adaptar su política. Preservar esto es clave para permitir al BCE adaptarse a las futuras circunstancias y asegurarla efectividad de sus medidas”, explicó Draghi a los miembros del ECON, una cuestión que adquiere especial importancia ahora que “el deseo y la relevancia de la independencia de los bancos centrales está siendo cuestionada”.

Draghi afronta el 24 de octubre su última cumbre de política monetaria como presidente del BCE.

División en el BCE

Por otro lado, Klaas Knot, presidente del Banco de Holanda y miembro del consejo de Gobierno del BCE, señaló ayer en una entrevista con De Telegraaf, que sostiene que los tipos bajos se están convirtiendo en un fenómeno “casi permanente”. A su juicio, es lo que representa la decisión tomada por la autoridad monetaria la pasada semana, en la que se anunció una rebaja de la tasa de depósito al -0,5% y que calificó de “desproporcionada”.

Knot, perteneciente al ala dura de banqueros centrales (hawkish), es uno de los más críticos con las políticas monetarias expansivas que ha desarrollado el BCE desde el estallido de la crisis financiera y, de forma particular, durante el mandato de Draghi como presidente de la institución.

“Creo que no tenemos otra opción que aceptar que los tipos bajos y negativos estarán con nosotros durante mucho tiempo”, sostuvo Knot, que asegura que no es sólo culpa de las políticas del BCE, sino de la evolución de los tipos en los mercados de capitales .

Editorial / Página 2