La banca privada española endereza el negocio y se muestra optimista

SECTOR FINANCIERO/ Tras un complicado cierre de 2018, los principales bancos nacionales consideran que el segmento de altos patrimonios seguirá siendo el gran motor del crecimiento para sus entidades.

El mal comportamiento de los mercados durante el último trimestre de 2018 acrecentó la preocupación y las incertidumbres de los clientes de banca privada. Pese a la ralentización económica y los riesgos geopolíticos –con la guerra comercial y el Brexit a la cabeza–, las entidades lograron sostener el negocio al cierre del año y dar continuidad a los resultados positivos que encadenan desde hace varios cursos.

En cuanto al futuro del sector en España, los responsables de los segmentos de banca privada de las principales entidades nacionales manifestaron su optimismo. Así lo expresaron durante el encuentro Perspectivas de la banca privada para 2020, que organizó EXPANSIÓN con la colaboración de M&G Investments. Entre otras cuestiones, los expertos valoraron los productos más recomendables para los clientes y las perspectivas de rentabilidad de las que disponen.

Los representantes coincidieron en que el final del pasado año dejó un balance de salidas de clientes por encima de lo normal, junto con un notable descenso en las entradas. No obstante, señalan que, a partir del primer trimestre de 2019, se ha enderezado el rumbo en términos de clientes y de rentabilidad de las carteras. “Aunque hemos tenido rentabilidades del mercado importantes, ha costado incorporar a los clientes de nuevo a esa inercia inversora”, apuntó Víctor Allende, director ejecutivo de banca privada y banca premier de CaixaBank.

Perspectivas

A pesar de la incertidumbre y los riesgos, los pronósticos son positivos para el negocio. “Soy optimista porque hay síntomas de crecimiento y España sigue siendo un buen sitio para invertir”, afirmó Adela Martín, directora de banca privada de Banco Santander. Así, resaltó que “hemos recibido inversión desde distintas geografias con especial interés en inmobiliario y financiero, entre otros”.

En este sentido, “sigue habiendo mucha liquidez, vemos operaciones corporativas y aunque el apetito inversor ha estado parado, parece que el cliente vuelva a tener ganas de invertir”, aseguró Yolanda Cerrato, directora de banca privada de Bankinter. Asimismo, subrayó las “muy buenas perspectivas” para lo que queda de año e hizo énfasis en “recordar los principios de la inversión a largo plazo, con el fin de invertir y no especular”.

Por su parte, Jorge Gordo, director corporativo de banca privada de BBVA, incidió en que el negocio de banca privada es el que más ha crecido dentro de la firma en los últimos tres años, seguido de la banca personal. La gestión de activos se ha convertido en la actividad donde las entidades encuentran más comisiones y margen recurrente. “El mundo de la gestión de activos crece mucho y seguirá creciendo: ahorrar ya no vale, ahora hay que invertir”, advirtió.

Tendencias

En línea con la gestión responsable de carteras, se ha producido un auge de los productos que no sólo atienden a criterios de rendimiento financiero, sino que además cuidan aspectos medioambientales, sociales y de buenas prácticas y transparencia en el gobierno corporativo. “Ahora parece que hay un boom de la inversión socialmente responsable (ISR), pero es probable que pronto se convierta en algo obligatorio y regulado”, planteó Ignacio Rodríguez-Añino, director general de M&G Investments.

Los expertos resaltaron que, por ahora, la inversión socialmente responsable se encuentra en un estado incipiente y que son colectivos muy específicos quienes demandan fondos de este tipo. “Falta un recorrido para que los clientes entiendan que la rentabilidad en estas inversiones será mejor porque estas compañías tienen un crecimiento más sano”, apuntó Adela Martín.

Asimismo, Jorge Gordo señaló que “debemos pasar como industria de la faceta romántica de la ISR a la parte de rentabilidad de la inversión”. Así, aseveró que “no debemos incidir tanto en que vas a mejorar el medioambiente y el gobierno corporativo de las empresas, sino en que es una forma más de evitar los riesgos de cola, por ejemplo”.

Al mismo tiempo, la inversión alternativa también se ha hecho un hueco en las carteras, con activos como el capital riesgo o el inmobiliario. “Son inversiones ilíquidas y están comenzando a ocupar un espacio: es una manera de descorrelacionar la cartera del cliente, pero siempre como una alternativa”, dijo Marta Alonso, directora de banca privada de Bankia.

Digitalización

Junto con la consolidación de Mifid II, que ha provocado un crecimiento de la gestión discrecional con comisiones explícitas, la irrupción de las fintech ha acelerado la llegada de la tecnología al sector. En cuanto a las tendencias, “los robo advisors se están personalizando y han comenzado a ofrecer una propuesta de valor añadido”, argumentó Borja Lacalle Noriega, director de desarrollo de negocio de SabadellUrquijo Banca Privada, que agregó que todas las tareas que no aportan valor deben ser automatizadas.

Acerca de la relación con los clientes de banca privada, “hay que formarles en el largo plazo y la paciencia”, remarcó Lacalle. “Debemos dejar de establecer perfiles clásicos de usuario –conservador o moderado– para hablar más bien de necesidades o hitos vitales, y entender así lo que quiere cada cliente”, concluyó Yolanda Cerrato.