Jordi Gual reivindica el modelo empresarial de CaixaBank

“La rentabilidad no debe ser el objetivo directo [de las compañías]; debe ser perseguir aquello que justifica su existencia”, que en el caso de CaixaBank es conseguir “el bienestar financiero de sus clientes y de la sociedad”, afirmó Jordi Gual, presidente de CaixaBank, al termino de su intervención en el 18 Congreso de Cede, la organización de directivos españoles, que se celebra en Málaga. Legitimar el sistema; hacer frente a las importantes transformaciones sociales, económicas y tecnológicas que se están produciendo, son las tareas que las compañías deben acometer en su opinión.

En los últimos días los máximos responsables de dos de las tres más grandes entidades financieras nacionales, Ana Botín y Jordi Gual, han centrado sus intervenciones públicas han puesto el acento en un mismo mensaje: la función social de las compañías no es maximizar sus beneficios, sino conseguir que los clientes, los empleados, los proveedores y la sociedad en su conjunto se beneficien de la actividad empresarial.

El presidente de CaixaBank ha sido muy tajante en este terreno: “las empresas cortoplacistas, las que buscan el beneficio inmediato”, no invierten lo suficiente para garantizar su sostenibilidad, mientras que “aquellas que se orientan al largo plazo han sido las que durante la crisis han seguido invirtiendo”. Gual reconoció que, a corto plazo, es posible que un modelo empresarial que combine los objetivos financieros junto con los sociales y medioambientales, puede generar tensiones en los beneficios pero que a largo plazo es lo que las hace sostenibles.

Gual señaló que este modelo es el que rige en la entidad que preside y que en la actualidad se ve reforzado por la existencia de su accionista de referencia, la fundación La Caixa, ya que una parte sustancial de los beneficios del banco revierten en la sociedad.

Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa y de la Fundación de directivos CEDE, hizo un llamamiento para que a partir del resultado electoral del domingo “se abran los oportunos espacios de negociación con vistas a consensuar las reformas que el país necesita” y que concretó en mejorar “la calidad del sistema educativo, el correcto funcionamiento del mercado laboral y el diseño acertado del sistema impositivo”.

Fainé insistió en que los directivos deben procurar al mismo tiempo “el compromiso de los empleados, la fidelidad de los clientes, la satisfacción de los accionistas y el reconocimiento de la sociedad hacia la empresa”.

Por su parte, Antonio Garamendi, presidente de CEOE, pidió durante su intervención una vez más que a partir del próximo lunes, los partidos políticos se sienten a negociar sobre “las cosas de comer, las pensiones, lo importante”. Garamendi pidió que haya Gobierno y que este se ponga como objetivo el rigor presupuestario y la ortodoxia económica, de forma que el Ejecutivo apueste por la innovación, las infraestructuras y la internacionalización de las empresas al tiempo que estima se debe tener “cuidado con los impuestos”.