Suena el teléfono. Días de nervios y más de una década de esfuerzo confluyen en esa llamada del jefe global de la división de cada negocio, encargado de comunicar personalmente a los empleados de Goldman Sachs que han logrado su ascenso al cargo de managing director. Un evento revestido por la cultura especial de un banco que, pese a que cotiza en Bolsa con un tamaño estratosférico, sigue manteniendo una estructura de socios y el funcionamiento de una empresa familiar. Quienes han vivido ese momento aseguran que lo recordarán el resto de su vida.
Y entre estos últimos se encuentran este año tres españoles. Francisco Cabeza, miembro del equipo de cobertura de España y Portugal; Gloria Carreño, responsable de Equity Capital Markets (ECM) para España y Portugal, y Lucía Catalán, responsable de Goldman Sachs AM para España, Portugal y Latam. Los tres han sido nombrados nuevos managing directors en lo que se ha considerado todo un espaldarazo del gigante estadounidense a su división en España.
Crecimiento
Olaf Díaz-Pintado, máximo responsable de Banca de Inversión para España y Portugal y co-responsable de clientes de Banca de Inversión en EMEA para el banco, señala que “los nombramientos anunciados demuestran la firme apuesta de Goldman Sachs por el mercado español, en el que hemos tenido una presencia muy destacada durante más de tre s décadas, así como el compromiso con la diversidad dentro de nuestra plantilla y el crecimiento de todas nuestras líneas de negocio”.
En el 150 aniversario del banco, Goldman Sachs ha nombrado 465 nuevos managing directors en todo el mundo, el segundo puesto más importante en jerarquía en el banco, sólo por detrás de los socios. Suponen tan sólo un 7% de los alrededor de 37.000 empleados que tiene el banco. Los socios, el Olimpo dentro de la firma estadounidense, conforman el 1% de la plantilla. Díaz-Pintado es, de hecho, el único socio español.
Al acceder al puesto de managing director, los banqueros de Goldman pasan a tener responsabilidades directas sobre ciertos clientes, mientras que a los analistas, los asociados o los vicepresidents (no tiene equivalencia exacta en la jerarquía en español, pero es un cargo intermedio) están más volcados en la ejecución de las operaciones. “Hay una cuidadosa planificación estratégica en lo que respecta al nombramiento de nuevos managing directors y los recursos del banco”, explica Díaz Pintado, que asegura que es un reconocimiento al trabajo bien hecho, pero que también se llevan a cabo por una previsión de que el negocio al que se dedican va a crecer en el futuro cercano.
Con los tres recién nombrados, dedicados 100% al desarrollo del negocio en España, Goldman cuenta con un total de nueve managing directors en el país. La plantilla en Europa del banco, coordinada de forma permanente entre las diferentes plazas, es de 6.500 empleados y no se segrega por ciudades.