Bruselas lee la cartilla a España por sus abultados niveles de deuda y paro

MECANISMO DE ALERTA DE LA COMISIÓN/ El ejecutivo comunitario ha incluido a España en el listado de países a los que someterá a “un examen exhaustivo en 2020”para evaluar la “gravedad” de sus desequilibrios.

Al Ejecutivo en funciones de Pedro Sánchez se le acumulan las reprimendas por los deberes sin hacer. Tras el toque de atención del Banco de España el lunes, que advirtió de una fuerte desviación del déficit sobre los objetivos del Gobierno (superior a los 11.400 millones solo en 2019 y 2020), ayer fue el turno de la Comisión Europea. El Ejecutivo comunitario alertó de que, pese al crecimiento económico de los últimos años, España sufre aún importantes desequilibrios macroeconómicos, como sus elevados niveles de deuda pública y privada, su abultada tasa de paro; un saldo negativo en la balanza de inversiones exteriores y su raquítica productividad (un mal endémico de la economía española), según un informe publicado ayer por la Comisión con datos referidos a 2018, cuyo Mecanismo de Alerta recomienda que trece Estados miembros, entre ellos España, se sometan a “un examen exhaustivo en 2020 para determinar y evaluar la gravedad de sus posibles desequilibrios”.

La Comisión presidida por Ursula von der Leyen, que ayer dio el pistoletazo de salida a un nuevo ciclo del Semestre Europeo, el primero de su mandato, admitió que España ha logrado recortar su déficit en los últimos años gracias al “fuerte crecimiento económico”, pero advirtió de que el desfase en las cuentas sigue siendo elevado y criticó su “lenta” disminución. Bruselas estima que España cerrará 2019 con un déficit del 2,3%, tres décimas superior al objetivo que aún defiende el Ejecutivo de Sánchez. Es un cálculo benévolo si se compara con el del Banco de España, que prevé que el déficit cierre el presente ejercicio en el 2,5%; es decir, en el mismo nivel que el año pasado.

Para la Comisión Europea, es prioritario que España se aplique para reducir sus abultados niveles de deuda pública, que en la actualidad asciende al 97,8% del PIB, muy por encima del techo del 60% que fija el gobierno comunitario y aun del 95,9% al que se ha comprometido España para este ejercicio.

En el ámbito de la deuda privada, Bruselas considera que todavía hay trabajo por hacer, aunque el desequilibrio es menos pronunciado que en la pública. En 2018, periodo analizado por la Comisión, la deuda del sector privado representaba el 133,5% del PIB, medio punto porcentual por encima del umbral del 133% que determina la existencia de desequilibrios. Pese a todo, cree necesario un mayor desapalancamiento.

La eterna asignatura pendiente de España es su voluminosa tasa de paro, que, pese al descenso experimentado en los últimos años, en el periodo analizado por Bruselas seguía siendo “muy alta y por encima de los niveles previos a la crisis, sobre todo entre los trabajadores jóvenes y menos cualificados”. Según la Comisión, la media a tres años ascendía al 17,4%, frente al umbral comunitario del 10%. Al cierre del tercer trimestre, la tasa de paro en España se situó en el 13,92%, según datos de la EPA, porcentaje que algunos organismos, como el Banco de España, sitúan por encima del 14% a final de año como consecuencia del proceso de enfriamiento de la economía y su influjo ralentizador sobre la creación de empleo y la reducción de los niveles de paro.

En el capítulo de desequilibrios, Bruselas destaca también que el saldo negativo de la posición neta de inversión internacional, que se sitúa en el 80,4%, “sigue siendo muy elevado”, implicando una situación deudora.

Por contra, España no registra desequilibrios en otros indicadores, como los relativos a las exportaciones, los costes laborales, los precios de la vivienda o los pasivos del sector financiero, entre otros. Junto a la situación de España, Bruselas también analizará la de otros doce países: Bulgaria, Croacia, Chipre, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, los Países Bajos, Portugal, Rumanía y Suecia.

Editorial / Página 2