Santander, BBVA y CaixaBank advierten a sus inversores de la incertidumbre política

FOLLETOS EN LA CNMV/ Santander, BBVA, CaixaBank, Bankinter, Deutsche Bank España, Unicaja, Grenergy y las Socimi Colonial y Arima avisan del impacto que la inestabilidad política puede tener en la economía española y en su negocio.

Santander, BBVA, CaixaBank, Bankinter, Deutsche Bank España, Unicaja, Grenergy, las Socimi Colonial y Arima y el fondo de titulización Autonoria Spain 2019 advierten a sus inversores del riesgo para su negocio de la incertidumbre política en España. Estas entidades avisan del impacto que la inestabilidad política puede tener en la economía española en general y en el sector inmobiliario en particular. Así lo hacen en folletos de emisiones y OPV registrados en la CNMV entre el 12 de noviembre –el día en que se selló el pacto de gobernabilidad entre el PSOE y Podemos a menos de 48 horas de las elecciones del 10 de noviembre–, y el viernes.

Todas estas entidades alertan del riesgo de la inestabilidad política y muchas de ellas señalan el impacto negativo que tendrían la subida de impuestos, la intervención en el mercado inmobiliario y el control del sector financiero, medidas que vendrán de la mano de un Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. A todo esto añaden el riesgo de la situación política y social en Cataluña y del impacto en sus respectivos resultados, por ser importante su presencia en esta comunidad, además del efecto que esta situación puede tener en la economía y política españolas.

Santander advierte a sus inversores del riesgo que le supone una regulación autonómica restrictiva en materia de ejecución hipotecaria en las comunidades donde se concentra su cartera. En relación con la situación política en Cataluña, considera que “las acciones llevadas a cabo por el Gobierno de España ayudaron a disminuir el nivel de incertidumbre en la región originada por un movimiento independentista, a la fecha de registro del presente folleto todavía hay incertidumbre sobre el resultado de la situación política y social en Cataluña, que podría traer consigo una volatilidad en los mercados de valores o afectar de otra manera a la actividad económica en España y, en particular, en Cataluña. Todo ello podría tener un efecto adverso en los deudores, en los préstamos y líneas de crédito suscritos en la región”.

Respecto a las medidas que pueda tomar un futuro Gobierno, Santander alerta de que “los cambios en los impuestos y otras tasas pueden afectar al grupo”, a la par que advierte, en un momento en el que un Gobierno de PSOE y Podemos impondría un gravamen del 5% a los dividendos y un tipo mínimo en Sociedades del 18% para la banca, de que “el grupo depende, en parte, de dividendos y otros fondos de sus filiales”. El pacto entre socialistas y morados prevé asimismo un castigo fiscal del 15% a los beneficios no distribuidos de las Socimi.

También muestra su preocupación por una subida de impuestos Grenergy, la Socimi Arima y el Fondo de Titulización Autonoria Spain 2019. En esta línea, BBVA avisa de que “un aumento en las cargas fiscales y de otro tipo impuestas al sector financiero podría tener un efecto adverso significativo en el negocio, la situación financiera y los resultados del banco”. Y recuerda que “dado que la cartera de préstamos del banco se encuentra altamente concentrada en España, los cambios desfavorables que afecten a la economía española podrían tener un efecto adverso significativo en su situación financiera”, y que es posible que “los acontecimientos políticos en Cataluña” le afecten adversamente. Asimismo, avisa de la exposición del grupo al mercado inmobiliario, con lo que es “vulnerable” a los cambios de las políticas.

Incertidumbre

CaixaBank advierte de que “la incertidumbre política no tiene visos de disiparse, lo que continuará haciendo mella sobre la confianza de consumidores y empresas”. Señala que “tras crecer a tasas muy elevadas entre 2015 y 2017, el crecimiento del consumo privado se está moderando en consonancia con el menor ritmo de crecimiento del empleo”. La entidad avisa de que “este escenario de desaceleración macroeconómica se trasladará también al sector inmobiliario”.

Unicaja también apunta al mercado inmobiliario y advierte de que “en los últimos años la demanda y los préstamos hipotecarios se han incrementado; cualquier reducción de los precios de los activos inmobiliarios disminuiría el valor de la cartera del grupo”. Cree que hay varios factores que podrían afectar negativamente la economía española, incluyendo una potencial ralentización de la recuperación, altos niveles de desempleo, el continuo proceso de desapalancamiento de la economía española y el históricamente bajo nivel de los tipos de interés que siga en el largo plazo, lo que podría tener un efecto adverso en su actividad. De la misma forma, cualquier deterioro del escenario macroeconómico en España debería resultar en niveles incrementados de quiebras y una menor demanda de crédito, y señala que como banco enfocado en particulares y pymes, el resultado de su negocio se ve afectado por la condición económica y laboral de sus clientes.

Además, CaixaBank avisa de que “el crecimiento económico en España podría verse afectado por la fragmentación política, como la considerable incertidumbre respecto al resultado de las tensiones políticas en Cataluña o la imposibilidad de llegar a un acuerdo para formar Gobierno, que podría tener un efecto material adverso en su negocio, su condición financiera y el resultado de sus operaciones”.

Bankinter advierte de que sus “resultados y liquidez pueden verse afectados por la situación económica reinante en España y a una evolución desfavorable del mercado inmobiliario”, a la par que apunta a “cambios en la normativa y en las políticas como resultado de los procesos electorales en España”. “Un débil crecimiento del empleo y retos estructurales que limiten dicho crecimiento podrían afectar negativamente a los niveles de ingresos de los hogares de los clientes del grupo y tener un efecto adverso en la capacidad de recuperación de los préstamos a particulares, derivando en un incremento de los saneamientos por insolvencias”, avisa.

En concreto, Bankinter señala que “los procesos electorales y la inestabilidad política en Cataluña podría conllevar una disminución de la inversión y una ralentización del crecimiento económico, lo que podría afectar negativamente a los negocios y clientes del grupo”.

Deutsche señala que su actividad “puede verse afectada negativamente por la inestabilidad política que un potencial Gobierno sin mayoría absoluta en el Congreso puede suponer para España”, lo que no supone sólo una mayor dificultad legislativa, sino que podría afectar “a la situación financiera de España”. Además, constata “una situación política inestable en Cataluña debido al movimiento independentista que podría provocar la volatilidad de los mercados de capitales y al entorno en que el grupo opera”.

Editorial / Página 2