El programa económico que han acordado PSOE y Podemos genera “preocupación” entre empresarios, patronales y cámaras que representan a empresas y directivos extranjeros asentados en España, según declaran a EXPANSIÓN. El consenso es generalizado: las medidas que promueve el Gobierno de coalición del recién investido Pedro Sánchez generarán desempleo y lastrarán la inversión y pueden ahondar la desaceleración que empieza a manifestarse y llevar incluso a una recesión. Las que más preocupan son la derogación de la reforma laboral y las subidas de impuestos. A lo que se suman una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), la huida hacia adelante con la subida de las pensiones ligada al IPC, las propuestas de intervención en el mercado del alquiler, una reforma de la financiación autonómica que suponga una armonización al alza de Patrimonio y Sucesiones y que se mantengan las trabas de mercado. Además, apuntan que el gasto puede disparar el déficit.
Después de meses de temor ante la materialización en el programa de gobierno de estas medidas que venían acordando socialistas y morados, los peores augurios se han cumplido. El único consuelo preventivode las empresas es que algunas de estas propuestas no se puedan llevar a cabo por la necesidad de atenerse a la senda de consolidación fiscal que exige la UE, entre otros límites que esperan que marque la realidad económica.
“La inversión, la economía y las empresas se van a ver afectadas negativamente si el próximo Gobierno pone en marcha las propuestas tal como están previstas”, advierte John de Zulueta, presidente del Círculo de Empresarios, para quien “lo más preocupante es, desde el punto de vista de la competitividad, el aumento del Impuesto sobre Sociedades y la contrarreforma laboral, especialmente la eliminación de la prioridad del convenio de empresa sobre el sectorial o el nacional”.
Otro aspecto sensible para Zulueta es “la anunciada nueva subida del SMI, ya que la anterior ha demostrado que detrae la contratación de jóvenes sin formación y afecta especialmente a las pequeñas empresas”.
Antonio Garamendi, presidente de CEOE, ha ofrecido su colaboración al nuevo gobierno, pero también alerta de que “las medidas pueden provocar que las empresas tengan menor capacidad de adaptación en los nuevos tiempos que vienen y un incremento de los costes que les hará menos competitivas. Esto podría llevar a una menor actividad, con lo que el empleo se va a resentir. A esto habría que sumar que la estimación de ingresos y gastos podría volver a disparar el déficit hasta el 3% del PIB”.
La alerta es unánime entre las multinacionales y las Cámaras de Comercio que reúnen a las empresas extranjeras con intereses en España. Albert Peters, presidente del Círculo de Directivos de habla alemana, trasmite que “hay muchísima preocupación, una preocupación gravísima, con medidas de gasto como un alza del SMI, que pueden financiarse con más impuestos y endeudamiento, lo que va a romper la evolución positiva y lleva a caer en una recesión. Hacer cambios en la reforma laboral crea inseguridad y supone ir hacia atrás”. Este directivo avisa: “Si las empresas pagan más impuestos, habrá menos inversión y competitividad”.
Jaime Malet, presidente de la Cámara de Comercio de EEUU en España, constata que “las medidas generan preocupación, supondrán más desempleo y lastrarán la inversión”, aunque plantea la duda de si se podrán realizar, ya que cree que hay “corsés” como la consolidación fiscal.
Malet alerta del efecto no deseado de una subida del SMI y de que las subidas fiscales desincentivarán la inversión y el talento. Está “totalmente en contra de la tasa Google si no se hace en el marco de la OCDE” y recuerda las fricciones que le supone a Francia. De manera similar se pronuncia Alicia Richart, presidenta de Digitales.
Las recetas para favorecer la creación de empleo de Beatriz Blasco Marzal, presidenta de Multinacionales por Marca España, “simplificar la contratación, aumentar la flexibilización y reducir costes indirectos” son de signo contrario a la contrarreforma laboral. Cree que “el equilibrio de las cuentas públicas no debe basarse en mayores aumentos impositivos, que desincentivan la actividad económica y deslocalizan capital y talento, sino en optimizar el gasto”.
Antonio Barderas, director de la Asociación Madrileña de la Empresa Familiar-AMEF, ve “la situación francamente preocupante. El respeto a la ley y a la Constitución es la base de la libertad y la igualdad de todos los españoles”, subraya. En el ámbito económico, cree que se pone “en riesgo la seguridad jurídica y la economía de mercado”. Y alerta de la armonización al alza de impuestos autonómicos que “exigen los mismos que defienden el federalismo y se apoyan en los separatistas”. “Un error gravísimo” que lastrará las competitividad de todas las CCAA, advierte Miguel Garrido, presidente de CEIM.
Editorial / Página 2