La banca de inversión teme una parálisis de las grandes operaciones

ACTIVIDAD EN MÍNIMOS/ El sector fía la continuidad de las operaciones a que el Gobierno sea incapaz de sacar adelante todas sus propuestas, por su escasa mayoría y por la vigilancia de Bruselas.

“Con el nuevo Gobierno entramos en terreno desconocido”, asegura un alto cargo en España de un banco de inversión. Ése es el planteamiento que mantiene gran parte de la industria del asesoramiento de operaciones corporativas en el país: cautela ante un Ejecutivo con propuestas económicas poco ortodoxas, pero sin una mayoría clara como para sacarlas adelante a su voluntad.

“Añadir incertidumbre política nunca es beneficioso, y menos en un momento de desaceleración en el que la actividad ya se había resentido”, indican desde otra entidad. El cambio de Gobierno pilla a la banca de inversión con una caída de casi el 50% en el volumen de fusiones y adquisiciones (M&A, en la jerga del sector), mientras que las salidas a Bolsa han brillado por su ausencia. El sector parte de una situación complicada en la que son varios los bancos que están reduciendo personal por la caída de la actividad de los últimos años.

“Tanto el M&A como el ECM (operaciones bursátiles) están muy correlacionados con la confianza, que no es fácil de medir por ser subjetiva”, aseguran.

Todas las entidades consultadas por este periódico han preferido mantener el anonimato, pues su negocio exige trabajar activamente con el Estado –por ejemplo, en las emisiones de deuda del Tesoro Público– y prefieren no exponerse al riesgo de perder sus mandatos.

Vigilancia

Desde los principales bancos de inversión mantendrán una vigilancia notable sobre los efectos en los sectores regulados, especialmente sensibles a los bailes de los Ejecutivos.

Más allá del perfil de esas empresas, si finalmente el nuevo Gobierno logra sacar adelante propuestas que ralenticen el crecimiento económico de las empresas y del país, las diferentes entidades apuntan a que las grandes inversiones podrían retrasarse. “Podrían paralizarse incluso antes de que esas medidas se anuncien sólo por la incertidumbre de qué es capaz de hacer el Gobierno”, explican.

En la diana, sostienen las entidades, se encuentran las Socimi (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria), los bancos y las grandes inversiones de las operadoras de telecomunicaciones para la implantación de tecnología 5G.

“No es lo mismo vender salir a Bolsa con unas previsiones de ingresos que con esas previsiones menos un impuesto”, indican desde una entidad extranjera.

Pero, al mismo tiempo que expresa sus dudas, el sector de la banca de inversión confía en que otros elementos ejercerán de contrapeso y permitirán un correcto desarrollo del negocio.

“El mercado tenía ya bastante descontado que España tendría un gobierno progresista. Es una situación que se ha vivido ya en otros países de la Unión Europea, como son Grecia y Portugal, y en los que se ha visto que las medidas que pueden llevar a cabo estos gobiernos son bastantes reducidas, ya que la mayoría de las reformas importantes quedan supeditadas al visto bueno de Bruselas”, asegura el responsable de una firma española.

“Esperamos que, si las hay, sean pocas las empresas que modifiquen sus planes de inversión o crecimiento debido a los resultados de la formación del Gobierno”, explican estas mismas fuentes.

Otro de los factores a los que los principales bancos confían el normal desarrollo de su negocio este año es a la liquidez de los fondos, especialmente los de capital riesgo y los de infraestructuras. Muchos de estos fondos han captado ya recursos de los inversores y ahora se preparan para poner su dinero a trabajar, especialmente en compañías no cotizadas y menos sujetas a los vaivenes del mercado.