Blackstone comprará las oficinas que levanta La Llave de Oro en el 22@

POR MÁS DE 100 MILLONES/ El grupo inversor estadounidense se suma a la tendencia de adquirir proyectos que todavía están en construcción ante la escasa disponibilidad de edificios en venta y la alta demanda.

Nueva operación de inversión en oficinas en el 22@ de Barcelona. La fuerte demanda internacional por comprar en el distrito tecnológico ha provocado que las operaciones se cierren mucho antes de que el edificio esté construido. El último en sumarse a esta tendencia ha sido el gigante estadounidense Blackstone, que ha acordado con la promotora local La Llave de Oro la compra del inmueble de oficinas que ésta construirá en la calle Sancho de Ávila. Ninguna de las dos partes ha querido confirmar la operación, que, según fuentes del mercado, se ha cerrado por un importe superior a los 100 millones de euros.

El terreno cuenta con una superficie de 3.300 metros cuadrados y pertenecía a Metrovacesa. La Llave de Oro adquirió el solar en abril de 2018 y encargó un proyecto al despacho de arquitectura Batlle i Roig para levantar un edificio de oficinas de 17.400 metros cuadrados.

Desde la promotora explicaron en su día que el objetivo era construir plantas diáfanas de 2.600 metros cuadrados cada una y sacar el activo al mercado de alquiler para encontrar un único inquilino, o en su defecto, varios ocupantes. La idea inicial de la familia Marsà era mantener el edificio en patrimonio, pero parece que el fuerte apetito inversor por los proyectos del 22@ les ha llevado a cambiar de opinión.

El edificio que construirá La Llave de Oro pasará a engrosar la cartera inmobiliaria de Blackstone en la ciudad, donde en los dos últimos años ha adquirido otros dos grandes inmuebles de oficinas. En 2018 se hizo con la sede de Planeta por 210 millones de euros y el año pasado compró la Torre Tarragona por 100 millones.

Para esta inversión, la compañía estadounidense ha tenido que recurrir a un proyecto que todavía no ha empezado a construirse. El fuerte interés que ha despertado el 22@ entre los grandes compradores internacionales ha convertido esta vía alternativa de inversión en una práctica habitual en el distrito tecnológico.

Casos similares

De esta forma, recientemente se han registrado operaciones de inversores muy conservadores que no sólo han comprado edificios que aún no tenían inquilino sino que ni siquiera se habían acabado de construir. Es el caso del banco alemán Commerzbank, que el pasado diciembre pagó 132 millones de euros por dos edificios de oficinas que construye Conren Tramway en el 22@.

La promotora de los hermanos Hugas también vendió el año pasado otro proyecto de oficinas en el distrito tecnológico a la mayor gestora de fondos francesa, Amundi, que pagó 56 millones por un inmueble que todavía está en construcción.

Unos meses antes, el vehículo de inversión Metrópolis pagó 50 millones a Brilten por otro edificio de oficinas que todavía no estaba terminado, también en el 22@.