Entre encuestas y pronósticos

Las encuestas permiten aproximarse, y en ocasiones hasta anticipar, el comportamiento futuro. Por tanto, una encuesta bien desarrollada siempre es muy útil como indicador adelantado, aunque su fiabilidad pueda verse perjudicada por el entorno de incertidumbre en que se lleva a cabo. Las encuestas, además, nos ayudan a reflexionar y comprender mejor el objeto estudiado más allá de los resultados obtenidos.

Hace unos días, la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) publicaba el Risk Assesment Questionnaire (RAQs), una encuesta semestral a bancos y analistas con el objetivo de identificar riesgos y vulnerabilidades del sector en Europa. La encuesta abarca desde el modelo de negocio, la estrategia y la rentabilidad –con apartados específicos sobre fintech, finanzas sostenibles y riesgos operacionales– hasta la liquidez y la composición del balance. En esa encuesta desarrollada el pasado otoño, aumentó tanto la muestra de bancos como de analistas, por lo que es aún más representativa del sector en la zona euro que la anterior.

Si nos centramos sólo en los resultados de las preguntas a los bancos, más de la mitad defiende su modelo de negocio actual. El 37% restante admite estar llevando a cabo cambios por razones estratégicas y ante la presión de la competencia no bancaria. La digitalización que piden los clientes es clave en este proceso de transformación, aunque una parte significativa de las entidades de crédito europeas lo interpretan sólo como la traslación al terreno digital de la operativa tradicional. La rentabilidad sin duda es un reto, aunque casi el 70% considera que está en línea con un coste de capital que ha evolucionado a la baja. A la hora de hacer pronósticos, más de la mitad de los bancos anticipa que la rentabilidad podría aumentar en los próximos 6 a 12 meses.

La eficiencia es clave para reforzar la estabilidad a medio plazo. En cuanto a dónde poner más énfasis para lograrla, las entidades europeas se enfocan a partes iguales entre aumentar los ingresos y reducir los gastos. Para ofrecer sus productos y servicios a los consumidores e incorporar todas las mejoras posibles, los bancos deben incurrir en importantes inversiones y costes, tanto tecnológicos como de recursos humanos. Todo buen servicio requiere un pago adecuado que lo mantenga y una rentabilidad razonable que lo mejore, por lo que es importante que los clientes conozcan lo que vale la atención que reciben. Un precio que dependerá de la estrategia comercial de cada banco, establecida según sus propios criterios y análisis de la coyuntura en cada momento.

La encuesta también aborda la consolidación bancaria en Europa, algo que las autoridades ven necesario en el actual entorno y demandan de forma persistente. El debate sobre el exceso de capacidad se origina en un entorno de creciente competencia no bancaria favorecida por la regulación, con tipos de interés oficiales nulos y una política monetaria expansiva excepcional y en plena transformación digital de la sociedad. La aproximación de los bancos sobre las operaciones corporativas que refleja la encuesta está lejos de ser uniforme. No obstante, el 70 % vincula su posibilidad a entidades de su misma nacionalidad. Entre los obstáculos aludidos figuran su complejidad, los costes y riesgos que conllevan, así como los requisitos regulatorios y de supervisión.

Retos para las autoridades

Los retos para la banca europea son múltiples y claros. Pero no son menos importantes los desafíos de las autoridades europeas, que van desde reducir las vulnerabilidades generadas por los potenciales excesos en política monetaria, hasta eliminar las zonas grises de regulación para las empresas que no son bancos, pero ofrecen servicios bancarios, así como finalizar la unión bancaria en beneficio del cliente. Todo ello puede impulsar la deseada consolidación bancaria.

La nueva era digital también ocupa un espacio destacado en la encuesta. Los riesgos operacionales se vinculan en la mayoría de los casos a la ciberseguridad que, desde hace tiempo, es una prioridad para los bancos europeos, comprometidos con seguir ofreciendo la misma seguridad y confianza al cliente con independencia de cuál sea su canal de relación. Asimismo, los bancos mantienen diversas estrategias de colaboración e inversión en fintech, al valorar su carácter disruptivo y la experiencia acumulada en una década de trayectoria. Por último, la encuesta también muestra la creciente importancia de la sostenibilidad en la estrategia de los bancos. Un 80 % ya ofrece hipotecas verdes o planea hacerlo.

El panorama en que operan los bancos no está exento de dificultades, tanto las derivadas de su actividad como las originadas de forma exógena, tal como reconocen las autoridades. Pero los bancos disponen de la actitud y herramientas adecuadas para encararlas. La innovación y la capacidad de adaptación están en su ADN. Lo que para otros sólo son riesgos, para los bancos son oportunidades que acaban beneficiando a sus clientes, su razón de ser.