Los empresarios alertan sobre el impacto del parón económico total

NUEVAS MEDIDAS/ CEOE, Cepyme, Pimec y Confemetal piden más ayudas para evitar “una destrucción masiva del tejido empresarial”. Urkullu y Feijoo exigen que las CCAA decidan qué actividades parar.

Los empresarios españoles temen que el parón económico prácticamente total decretado ayer por el Gobierno agrave aún más si cabe la dramática situación que atraviesan muchas empresas españolas desde la entrada en vigor del estado de alarma, el pasado 14 de marzo.

CEOE y Cepyme han alertado de que la paralización total de las actividades no esenciales –que entra hoy en vigor, y se mantendrá, por ahora, hasta el 9 de abril– “va a generar un enorme impacto sin precedentes en la economía española, especialmente en sectores como el industrial”.

En su opinión, este parón –con el que el Ejecutivo quiere reducir al máximo la movilidad para minimizar todo lo posible el riesgo de contagios– puede llevar a una crisis más profunda de la economía que podría llegar a ser social”. Por ello, siendo conscientes de que la prioridad ahora es la sanitaria, piden al Gobierno que acompañe el decreto de paralización de la actividad con otras medidas que eviten “una destrucción masiva de tejido empresarial y del empleo de manera definitiva”.

En esa misma línea se manifestaron ayer otras patronales, como Pimec, Confemetal o Confebask. La patronal de la pequeña y mediana empresa catalana consideró que el endurecimiento del confinamiento aprobado ayer por el Consejo de Ministros –y anunciado en la tarde del sábado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez desde La Moncloa– es una medida “improvisada, poco responsable y de nula sensibilidad empresarial”.

Por su parte, la industria del metal expresó su “más profundo rechazo” a la nueva medida ya que, en su opinión,

no sólo provocará un “deterioro del tejido económico difícil de recuperar”, sino que, lejos de favorecer la lucha contra la crisis sanitaria, la “complicará”, ya que hará “imposible” mantener un nivel mínimo de actividad económica que garantice la eficiencia del combate sanitario contra el coronavirus.

Los empresarios vascos fueron elevaron el tono aún más si cabe. El presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, aseguró ayer en declaraciones a Euskadi Irratia que la patronal vasca está “muy enfadada” con la “inaceptable” decisión del Gobierno y advirtió de que dicha decisión tendrá consecuencias “terribles”.

Al profundo malestar de los empresarios se sumó también ayer el de varios presidentes autonómicos que, durante la videoconferencia que mantuvieron con el Jefe del Ejecutivo justo después del Consejo de Ministros extraodinario, se mostaron disconformes con la falta de flexibilidad del decreto.

Urkullu y Feijóo

Los más beligerantes fueron el lehendakari, Iñigo Urkullu y el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, que pidieron a Sánchez que permitiera a las CCAA as decidir qué actividades podían seguir funcionando durante esta nueva etapa de restricciones que concluirá el 9 de abril. A esta petición se sumó también el presidente valenciano Ximo Puig. Sin embargo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, fue tajante: “No tiene sentido hacer diferencias entre comunidades porque el virus no entiende de fronteras ni de ideologías”, aseguró. tras insistir en que las nuevas medidas tendrán que ser puestas en marcha por todas las Comunidades Autónomas, sin excepción.

Los presidentes autonómicos también se quejaron ante Sánchez de la falta de material sanitario para atender a los pacientes con coronavirus. El presidente del Gobierno reconoció que la entrega del material de protección, de mascarillas y respiradores está yendo con más retraso del deseado debido a la saturación de demanda que hay en los mercados internacionales de estos productos.

En este ámbito, el sanitario, la más combativa fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que reclamó al presidente del Gobierno 1.200 millones de euros para hacer frente a la crisis sanitaria.

Además de reclamar este “fondo no reembolsable”, la jefa del Ejecutivo madrileño aprovechó la reunión telemática con Sánchez para denunciar la falta de provisión de material sanitario por parte del Gobierno.

Editorial / Página 2